Hera

CAPÍTULO FINAL

VIVIANA

Mis nervios aumentan a medida que las horas avanzan, veo el reloj a cada momento y mientras termino de colocar mi vestido, Emma no deja de hablarme de su viaje con Annabelle para mantenerme un poco más tranquila.

—¿Me estás prestando atención? —pregunta cruzándose de brazos y sonrío algo nerviosa.

—Si, continúa, te escucho —suspiro, Ivanna ingresa para ver si el vestido necesita ajustes.

—Iré a Francia nuevamente la otra semana —sonríe mi amiga.

—¿Estás segura de esto? —le pregunto —sabes que su vida es muy parecida a la nuestra.

—Lo sé —suelta un suspiro —sé muy bien en lo que me estoy metiendo.

—Pasaste mucho por mi culpa Emma, no me perdonaría si vuelve a pasarte algo.

—No fue tu culpa.

—Me estabas protegiendo.

—Exacto, tú hubieras hecho lo mismo en mi lugar.

—¿No te da miedo?

—Claro que me aterra, pero quiero estar con ella.

—Perdón que me meta —dice Ivanna —pero si a ella también le gustas tanto como ella a ti, hará todo lo posible por mantenerte segura.

—¿Renunciarías a todo por Yuna? —le pregunto.

—Ambas renunciamos a todo por el bien de ambas —me responde con una media sonrisa. —a veces el amor requiere de sacrificios, y no está mal si es algo que las beneficiará como pareja.

—Aún no es mi novia —dice Emma bajando la vista.

—Aún —dice Ivanna —Yuna tampoco era mi novia cuando decidí cambiar muchas cosas por ella.

—¿De verdad te enamoraste de ella por una foto? —le pregunto.

—Me enamoré de ella cuando la conocí en verdad, me enamoré de su personalidad y su manera de hablar.

—Eres la única que no ha querido matar a su interés romántico —sonrío y ella también lo hace.

—Las demás son unas locas obstinas que no podían aceptar que estaban enamoradas —dice rodando los ojos —incluyéndote —me apunta —en cambio yo, me arriesgue con Yuna, aún sabiendo que podía quedarme con todo el amor que tenía para ofrecerle en las manos.

—Te admiro —le dice Emma —tu esposa es muy afortunada por tenerte.

—Yo soy la afortunada de tenerla.

Ivanna se asegura de que el vestido esté bien y luego sale para ir hacia dónde se encuentra Chiara. Me muero por verla ya, puedo imaginar lo hermosa que se verá.

—Treinta minutos —anuncia Savannah —te ves hermosa —me sonríe —tu padre y Lorenzo ya están llegando.

—Gracias, ¿Me das un a abrazo? —pregunto haciendo un puchero.

—Claro —ella entra en la habitación y me envuelve en sus brazos —gracias por seguir junto a mi tesoro —me susurra —sé que no es fácil por todo lo qué pasó, pero logro salir adelante gracias a ti.

—Me harás llorar —le susurro y escucho una risita.

—Dañaras tu maquillaje, hermosa —dice sujetando mi rostro —te deseo una vida llena de amor y éxitos —besa mis dos mejillas y luego sale de la habitación.

—También quiero una suegra como ella —dice Emma.

—Esa es mía, no la veas mucho.

—Mi madre no es tuya —dice Roxanne.