Alguien me está golpeando la cabeza con un mazo. Es como uno de esos enormes mazos con los que los personajes de dibujos animados se dan entre sí. Es horrible. Me molesta cada ruido.Ay, Dios. Vaya resacón que llevo encima.Incluso el gemido apenas audible que se escapa de mis labios es suficiente para provocar un golpe de agonía en mis sienes. Y el simple gesto de moverme en la camame hace sentir una náusea que se aferra a mi garganta y que hace que mis ojos sellenen de lágrimas.
Respiro hondo... Inhalo. Exhalo.
Solo necesito controlar las náuseas el tiempo suficiente para llegar al baño y no vomitar en las sábanas limpias de Garrett Graham...
No estoy en la cama de Garrett.
De repente caigo en eso a la vez que oigo una respiración. No es la respiración superficial que sale de mi garganta con demasiado tequila. Son respiraciones suaves y regulares, y vienen del chico tumbado a mi lado.
Esta vez, cuando gruño, sale desde lo más profundo de mi alma.
Los recuerdos empiezan a regresar a mi cabeza en tecnicolor brillante. La horrorosa película. Los chupitos de tequila. El... resto.Anoche me tiré a Dean.Dos veces.Mi corazón late más rápido cuando miro hacia el techo. Estoy en la habitación de Dean. Hay un envoltorio de condones vacío en la mesilla. Y... sí, estoy desnuda.Igual ha sido un mal sueño, me intenta asegurar una voz en mi cabeza.Hago otra respiración profunda y busco el valor para girar la cabeza. Lo que encuentro me agarra los pulmones de nuevo.Un Dean muy en bolas está tumbado boca abajo. Su culo desnudo me «mira»burlón; no solo admiro su absoluta perfección, sino también los arañazos rojos quehay en sus nalgas prietas.Mis uñas son las causantes de los arañazos. Alzo una mano débil y veo que la uña de mi dedo índice está rota. ¡Me he roto una uña mientras le arañaba el culo a Dean!Eso debe de haber sucedido en la planta baja... Recuerdo que la primera vez, en el sofá, él estaba encima. El chupetón morado en su hombro izquierdo sucedió aquí arriba, durante nuestra segunda ronda, cuando la que estaba encima era yo.
Quiero ver esa misteriosa habitación tuya. Quiero ser la primera en bautizarla.
Mis propias palabras zumban en mi cerebro confuso. Al final resultó que yo no era la primera chica que había subido a su habitación. Me lo contó él mismo. Y eso no fue todo lo que me reveló. Sí, ahora estoy en posesión de la joya del conocimiento que Hannah ha estado intentando poseer durante más de un año: por qué Dean prefiere enrollarse con tías en todas partes menos en su dormitorio

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THE SCORE
RomanceAllie está en modo crisis. No sabe qué hacer con su vida, acaba de dejar a su novio y, en un momento de locura, se enrolla con Dean Di Laurentis, el tío más guapo y más ligón del campus. Hay que reconocer que no estuvo nada, nada mal. Pero lo último...