Capítulo 11

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Narra Allie

Mi corazón late con fuerza cuando cuelgo a Dean. No esperaba que dijera eso. Paranada. En absoluto.Quiero follarte otra vez.Bueno, claro que quiere. Soy increíble en la cama.Pero ni de casualidad voy a acostarme con ese tío de nuevo, no después de pasarmetodo el día sintiéndome como Hester Prynne. Ya solo la condena con que me heestado fustigando a mí misma es mucho más cruel que cualquier cosa que la pobremujer recibió de los puritanos.Si es que yo no estoy hecha para el sexo casual. Me siento... denigrada. Sé que esridículo sentirse así, porque si alguien fue denigrado anoche, es Dean. No solo leseduje, sino que también lo maniaté y lo monté como si fuera mi parque deatracciones particular.Soy un zorrón.No eres ningún zorrón.Bueno, tal vez no lo sea. Tal vez solo sea una mujer de veintidós años que ha tenidoun poco de diversión sin compromiso por una vez en su vida.El único problema es que me gusta el compromiso. Para mí, el sexo y las relacionespersonales van de la mano. Me va mucho eso de darse cariñitos y tener bromasprivadas y quedarse hablando hasta altas horas de la madrugada. Soy miembro delClub de los novios, y después de anoche, puedo decir con honestidad que el Club delos rollos de una noche es una mierda. El sexo fue increíble, pero el sentimiento deculpabilidad que me dejó no compensa los orgasmos.Con un suspiro, tiro mi teléfono al cojín del sofá y cojo el libreto que estabaleyendo antes de que Dean me interrumpiera. La obra, escrita por uno de losestudiantes, será mi representación de fin de carrera en Briar. Soy una de las dosprotagonistas femeninas, y aunque el material es un poco melodramático para migusto, estoy impaciente por que lleguen los ensayos. Desde mi debut en el teatro deBoston este verano, tengo ganas de actuar frente a una audiencia en vivo de nuevo.Y ese es otro factor que contribuye a lo estresada que he estado. Estoy en unaencrucijada en mi carrera y no tengo ni idea de qué camino escoger... Vaya mierda.Cuando llegué a la universidad, le pedí a mi agente que se concentrara solo en labúsqueda de proyectos de verano. Si de repente hubiese llegado un papel jugoso, nohabría vencido la tentación de abandonar la uni. Y yo quería licenciarme. Ahora queestoy a punto de acabar, todo está abierto. La temporada de los pilotos de la seriesempieza en enero e Ira ya me ha enviado una docena de guiones para sitcoms ycomedias dramáticas rollo Glee, junto con varios guiones de comedias románticas porlos que normalmente estaría salivando.Siempre pensé que estaba destinada a hacer papeles cómicos. Me picó el gusanillo de actuar cuando todavía estaba en el instituto, y todos los papeles que me han llegadoen los últimos años han sido un poco insustanciales, siempre destacando mi buentempo para la comedia y mi rollo de «chica de al lado». He soñado con ser la reina dela comedia romántica. La próxima Sandra Bullock, Kate Hudson o Emma Stone.Hasta este verano. Me salió un casting para una obra muy seria y muy deprimentedirigida por Brett Cavanaugh, un director de cine con un Óscar y una absolutaleyenda. No sé cómo, pero mi agente me consiguió hacer una prueba para Cavanaugh,y para mi total asombro, me dieron el papel: una chica adicta a la heroína, hermanamenor de la protagonista. La obra solo se hacía dos meses, pero fue un gran éxito.Desde entonces, he recibido un montón de ofertas para hacer pruebas para papelesdramáticos, tanto para teatro como para televisión.Y alguien me dijo que Cavanaugh estaba preparando otro proyecto para teatro, esta
vez of -of Broadway...Mierda. ¿Por qué me tienta tanto desviarme del camino que me propuse? Pensar enhacer papeles dramáticos es una cosa, pero ¿TEATRO?Hollywood significa más dinero. Más reconocimiento. Óscar, Globos de Oro ycompras en Rodeo Drive.Me quedo mirando la pila de guiones de la mesa de centro. ¿Si me contratan parauno de estos pilotos que me ha enviado Ira y una cadena lo firma? ¿O si me sale unpapel en una de estas películas? Podría hacerme un hueco en el mundo audiovisual. Yentonces ¿por qué estoy fantaseando con hacer teatro?Sigo perdida en mis pensamientos cuando suena mi teléfono. Compruebo lapantalla y por un segundo pienso que es Dean el que llama. Pero vuelvo a mirar y veoque es una S y no una D. ¿Cómo? Mi exnovio y mi rollo de una noche tienen elmismo nombre salvo por una letra. Me pregunto si eso significa algo...Sean te está llamando, idiota.Sí, eso es probablemente el tema más urgente en este momento.Mi pecho se llena de ansiedad. No debería responder. Ni de coña debería responder.Respondo. 

THE SCOREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora