Narra Dean
Al día siguiente, tengo la mala suerte de salir de la clase magistral de RelacionesInternacionales al mismo tiempo que Sabrina. Me tenso, esperando la inevitable pullahiriente.
—Se te veía un poco perdido ahí dentro, Riquito. ¿El profesor Burke no ha hablado lo suficientemente lento para ti?
Y efectivamente, aquí está.Resoplo. —Claro, porque soy tonto. Muy buena. —No me molesto en pedirle que no mellame «Riquito». No hay nada que pueda hacer para que deje de hacerlo, comotampoco existe nada que pueda hacer para que Summer se olvide de mi apodo deniño. Sabrina decidió que soy un niño rico, estúpido y consentido desde el momentoen que nos conocimos.
Pero por supuesto, eso no la impidió echarme un polvo ¿verdad?
—¿Qué pobre estudiante de primero va a hacer los trabajos por ti? —pregunta con dulzura—. Tienes un montón de números de chavalas en los favoritos de tu teléfono, ¿verdad? Supongo que alguna de ellas te hizo los trabajos para acceder al máster de Derecho, ¿no?
Me detengo en el último escalón de la entrada principal. Tolero sus burlas porqueno vale la pena defenderme, pero de vez en cuando tengo que marcar los límites.
—Simplemente te jode mogollón que haya sacado dos puntos más que tú, ¿verdad? —Cuando sus fosas nasales se dilatan, sé que he metido el dedo en la llaga.
Se recupera rápidamente. —Probablemente haya sido porque le has pagado a alguien para que haga el examen por ti... una vez más.
—Sigue diciéndote eso a ti misma, guapa. Lo que te ayude a dormir por la noche.
Sabrina se echa su pelo largo y oscuro sobre su hombro. —Duermo muy bien, gracias. Saber que las notas que tengo LAS SACO con mi propio esfuerzo hace que mi existencia sea muy tranquila. Deberías probarlo alguna vez.
Esta vez es ELLA la que mete el dedo hasta el fondo. Mi ceño fruncido se extiendetambién a mi boca, pero no muerdo el anzuelo, porque eso es exactamente lo quequiere que haga. Lleva soltándome este rollo de mierda desde segundo y estoy yahasta los mismísimos cojones.
—Disfruta del resto de día, Sabrina. —Con un gesto de indiferencia, bajo las escaleras y me pregunto si su plan es mantener esta pelea en la facultad de Derecho el año que viene. Joder, espero que no. Su hostilidad huele ya un poco y es un coñazo. Hablando de coñazos, se supone que debo estar en el colegio de primaria Hastings en veinte minutos para mi primer entrenamiento con el equipo de los críos. ¡Vamos, Hurricanes!
Mientras hago el recorrido de diez minutos en coche hasta el centro, maldigo aO'Shea por obligarme a ser voluntario en esta historia y reflexiono sobre laautenticidad de los muñecos de vudú. Finalmente, decido que da igual si es de verdado no. Sea como sea, será divertido clavarle alfileres a una versión minúscula de FrankO'Shea en forma de muñeco. Cuando el muñeco acabe desintegrándose a causa detodos los agujeros que pienso hacerle, podré utilizar la cabeza como pelota antiestrés.En un semáforo en rojo le envío un mensaje rápido a Fitzy, mi compañero deequipo: Oye, sabes cómo hacer un muñeco d vudú?
Su respuesta no llega hasta que aparco junto al pequeño estadio que hay frente alcolegio.Él: Pensaría q me estás tomando el pelo, pero la pregunta es lo suficientementeabsurda como para ver q vas n serio. Ni idea d cómo hacer un muñeco de v.Probablemente vale con cualquier muñeco viejo, no? Lo difícil será encontrar unbrujo de vudú q lo vincule a tu objetivo.Yo: Tiene sentido.Él: Lo tiene??Yo: Vudú implica magia, hechizos, etc. No creo q funcione cualquier muñeco. Sino, todos ls muñecos serían de vudú, verdad?Él: Verdad.Yo: Bueno, tío. Gracias. Pensé q igual tú lo sabrías.Él: X q co**nes iba yo a saber eso?Yo: Te molan todos esos juegos de rol fantásticos. Sabes d magia.Él: No soy Harry Potter, joder.Yo: Harry Poter es un nerd. Tú eres un nerd!! Ergo, tú eres un niño mago.Me envía el emoticono del dedo corazón extendido y luego dice: Birras x micumple esta noche n Malone's. Sigues pudiendo venir?Yo: Sí.Él: Nos vemos luego.Me meto el teléfono en el bolsillo de la cazadora y salto fuera del coche. Por lomenos tengo algo chulo esperándome después de esto. Unas cervezas para celebrar elvigésimo primer cumpleaños de Fitzy será mi recompensa por pasar la tardeentrenando a chavales en contra de mi voluntad.
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THE SCORE
RomanceAllie está en modo crisis. No sabe qué hacer con su vida, acaba de dejar a su novio y, en un momento de locura, se enrolla con Dean Di Laurentis, el tío más guapo y más ligón del campus. Hay que reconocer que no estuvo nada, nada mal. Pero lo último...