HUBO UN FALLO EN MI MÉTODO
CAÍN COOPERMAN
Escuche un ruido a lo lejos, comencé abrir lentamente mis ojos, los talle para ver con claridad, me encontraba en un sofá perdido de la noción del tiempo, luego los recuerdos de anoche me abatieron como remolinos dentro de mi, sin evitarlo me encontraba rojo de la cólera, como esos imbéciles pudieron si quiera tocar la delicada e inocente figura de Perséfone, ella no les hizo nada, simplemente confió demasiado en ellos, ese era el problema de ella, es tan pura, tan sincera que se te hace fácil manipularla, romperla, escarbar hasta lo más profundo de sus ojos, era un libro abierto, podías ver lo que sentía con solo mirar esos ojos avellana. Recordé su mirada de horror en mi, un dolor se instalo en mi pecho, ese rechazo que pensé insignificante me conmovió como nunca antes lo sentí, quería entender porque me siento de esta manera, no haberla visto durante la semana me resulto extraño, sentí la necesidad de buscarla, observarla unos segundos, escuchar su parloteo incansable pero que suena como melodía para mis oídos, sobre todo su risa, es como una sinfonía alegre, me recuerda a los mejores momentos que pase junto a mi familia, tener a Perséfone al lado me lleva a los mejores recuerdos, la sensación familiar que emana logra derrumbar mis barreras, pero no debo dejar que lo descubra, podría usarlo como una debilidad en mi contra.
―¿Quién eres?― la voz hostil de un hombre me saco de mis pensamientos
―¿Disculpa?― el solo escucharlo me genero dolor de cabeza, sin siquiera girar camine hacia el baño pude sentir como chasqueo la lengua en desaprobación
―¿Qué haces en mi casa?― me intercepto en la puerta del baño impidiendo que avance, al verlo de frente me percate que se trataba del imbécil de su mejor amigo, lo sabia porque ya había investigado, observado todo el circulo que ella frecuenta, su rostro se desfiguro luciendo furioso ante mi presencia, fue como si de pronto recordara algo y todo cobraba sentido para el ― Se me esta acabando la paciencia Cooperman ― pronuncio mi apellido con desprecio, como si le causara repulsión, pero una sonrisa falsa se instalo en su rostro queriéndome intimidar pero yo era mucho más alto que el, y su estúpida fachada de intento de policía no me generaba nada
―Ves que la leyenda es real, ahora déjame pasar ― lo empuje con mi hombro logrando desestabilizarlo pero me siguió como polilla detrás, estaba comenzado a molestarme de una forma insoportable, no tendría piedad de el
―Se quien eres y solo te lo diré una vez, no te acerques a mi casa de nuevo ¡aléjate de nosotros!― me gire sonriendo ante su ''amenaza'', pobre Jackson se estaba metiendo con la persona equivocada
―Lastima que yo no tenga el honor de saber quien eres― apretó la mandíbula, se que su autocontrol no durara mucho ― no vine a verte a ti, también creo recordar que Perséfone es propietaria de este departamento o tan solo ¿tu puedes tomar las decisiones?
―Ella no sabe tu historia, es muy inocente, no se percata del mal que la rodea, tu eres una mala persona Caín, ella jamas se dará cuenta de ello porque es inútil, por eso debo protegerla― habla de ella de una forma paternal, como si se tratara de su hermanita pequeña, me produjo un malestar escucharlo, tiene lógica el la conoce más tiempo que yo pero quiero gritarle que esta equivocado, que ella no es una inútil e insignificante niña. Perséfone es inocente y pura pero jamas insignificante, en el poco tiempo que compartimos pude ver lo que se encuentra debajo de esa mascara de niña buena, no pasa desapercibido su presencia, es una mujer maravillosa, trae con si un brillo que ilumina los días oscuros, no tiene una pizca de maldad aún, se que pronto se va a corromper, lo hará por el mundo en el que se metió pero parte mía quiere evitar que llegue a eso.
―Hablas de ella como tu objeto personal Jackson ― el nombrar su apellido lo sorprendió, pero luego recobro la molestia que crecía con cada palabra que emitía mi boca ― te aseguro que ella...― la susodicha hizo presencia en la sala, a pesar de su pelo enmarañado, sus ojos con legañas sin limpiar, su pijama corto dejando a la vista sus pechos, me fue inevitable no mirarla completa tratando de guardar esa imagen, a pesar de su pinta desarreglada lucia hermosa

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The Kingdom
Teen FictionPerséfone vive en la pobreza y ante la necesidad termina en el reino de la mafia, su vida comienza a ser una lucha por sobrevivir y no caer en las garras del enemigo, el mismísimo diablo en persona. Sabia que no debía meterse con el, no debía provo...