9

18 0 0
                                    

                      TAL VEZ ME CONVIERTA EN CENIZAS, CUANDO TODO SE BAJE

PERSÉFONE MONTI BELLA

Sentí una enorme punzada en la cabeza cuando salte para levantarme, me encontré en una enorme habitación azul con negro, decorada con cuadros enormes, un sillón del tamaño de mi cama y un closet que parece una habitación de lo gigante que es.

—¡Al fin despiertas bella durmiente!—Sally se encontraba retocándose el rostro

—¿Donde estamos?—mi voz salió bastante ronca, dolía un poco

—En mi casa querida, pasa al baño y date una ducha para sacarte la mierda de encima

—No tengo ropa  señorita Sally

—Yo te presto idiota y por favor no me digas señorita que pareces salida de los años 30

— Quiero saber lo que hice anoche

—Pues no mucho, solo casi te viola el pervertido de Dan Sadler, tu lo besaste pero te rescate—mordió la manzana verde

—¡Por todos los dioses!—quise llorar de rabia

—Estaba tan ebria como tu pero aún así fui a tu rescate, por cierto de nada—se levanto para irse—es curioso como usas insultos tan viejos

—Usare la ducha—de pronto mi cuerpo se siente sucio

—Te espero en sala y por cierto tienes cepillos de dientes en el cajón 

En cuanto mi piel se conecto con el agua, las emociones me traspasaron y llore con toda la intensidad de mi ser, me siento sucia en lo más bajo del inframundo. Nunca nadie abuso de mi persona, sin mi consentimiento y anoche todos los presente se aprovecharon de mi inocencia y falta de experiencia, me siento tan estúpida que necesito un abrazo de mis padres para que me digan que no soy una niña torpe de la que todos se burlan.

En cuanto termine, busque entre los cajones alguna prenda de la señorita Levy, por suerte ambas compartimos talles, unos pantalones  sueltos para acompañar la sudadera blanca, sin querer molestar mas la bondad de la familia baje a desayunar por las enormes escaleras que conducen a un gran salón  donde hay sillones azules y un televisor enorme,camino a la cocina y una enorme mesa de vidrio decoraba el medio de la misma, el señor Luca y Sally se encontraban almorzando, salude a los presente hasta que me indicaron tomar asiento en esas enormes sillas con los altos respaldares.

—¿Cómo estas niña?

—Señor Levy, no me encuentro muy bien debido a que anoche la pase mal

—Siempre será así—comenzó a reír—debes acostumbrarte, no todo es color de rosas en este mundo

—Eso lo se, pero me usaron como si de un trapo se tratara

—Esto es así niña, nadie te preguntara si te lastima esto o aquello porque nadie es tu amigo, solo lo haces y punto pero si eres tan estúpida como para confiar en las personas ¡estas metida en el lugar incorrecto!—se levanto molesto y salió a paso firme

—¿Se enojo?

—Carajo, el es así pero dice la verdad nena

—Me cuesta no ser así

—Lo se —ríe sin gracia y eso me causo molestia—pero te metiste en el reino de la droga y debes aguantarte la que venga cariño

—Es muy fácil para ti decirlo porque naciste aquí con todo ya listo

—Escúchame Perséfone—se levanto y me enfrento — no sabes nada de mi vida, así que te recomiendo que te vayas a tu casa porque si dices otra palabra más tratando de ser la victima te golpeare 

The KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora