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AHORA TE VAS EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS 

SAM SADLER

Sabía que al rescatar a Winter me metería en un lío enorme pero no me importo correr los riesgos, pues la verdad valió cada maldito segundo.

Me encontraba volviendo a Liverpool, antes de desaparecer necesita hacer algo, la verdad que cuando llegamos a esta ciudad pensé que al fin me podría establecer, Dan parecía augusto con este cambio y más relajado. Nunca le perdone nada de lo que hizo pero decidí vivir con el amparando su bienestar porque supongo que uno nunca deja de ser un hermano mayor, y que el siempre sería ese niño para mis ojos, aunque la realidad me golpeo duramente nunca deje de perder las esperanzas con el, después de todo es mi sangre, mi familia y lo único que me queda en este mundo.

Yo pensaba que luego de vivir con la disfuncional familia mía todo acabaría, encontraría la paz en otras cosas ,estaba muy equivocado, gracias a Pollack todo se fue al caño. Cuando contrato a mi hermano termino de sentenciarnos a este infierno de vida que parecía quedar atrás cuando llegamos, y Dan termino de transformarse en el ser más despiadado del mundo, dejo terapia, descubrí que los medicamentos los ocultaba en las plantas, los enterraba y nunca me di cuenta porque su nivel de manipulación y de fingir que estaba bien era extraordinario. Dan era un experto en fingir, en aparentar y engatusar a la gente a su alrededor, no solo es encantador, también es atractivo físicamente y cualquiera cae a la primera pero es ese momento que el espera para atacar, para mostrar su verdadera naturaleza, la naturaleza de los Sadler.

Conduzco hasta el café que quedaba lejos de los suburbios donde compartía con mi hermano, seguro que Dan me esta buscando para hacer rodar mi cabeza, espero poder hacer esto antes que me encuentren. Cuando ingreso al local lo veo, el castaño esta limpiando unas mesas y conversando amablemente con unas señoras, me acerco hasta el y cuando se percata de mi presencia me mira desconcertado.

—Buenos días ¿en qué puedo ayudarte?— sonríe amable

—¿Eres Matthew Jackson?— la seriedad de mi cara le quita la sonrisa

—Si soy yo ¿sucede algo?

—Necesito hablar contigo urgente —miro para todos lados esperando no ver ninguna cara conocida y me acerco a el — si puede ser a solas

—Acompáñame al deposito — de forma disimulada nos dirige para el deposito

Luego de una charla intensa y demasiado cruel me dirijo hacia el gran galpón, es alejado de la ciudad pero bien custodiado por sus gorilas, cuando pido verlo me retienen como si fuera una amenaza, pero es todo lo contrario. Una vez que David me reconoce me deja entrar a su oficina ofreciéndome una trago fuerte y un puro para fumar, es muy hospitalario, lastima que sea un mafioso de mierda, aunque con la muerte de su hija se lo ve demacrado y arruinado.

—¿Qué se te ofrece Sadler?

—Te entiendo David — lo miro fijamente y este frunce el ceño

—¿Qué mierda entiendes? 

—Ese sentimiento, lo veo en tu cara, estas perdido, vació y con odio en tu interior — este ejerce fuerza en  el vaso dejando blancos sus nudillos

—Tu no sabes una mierda Sam ¿a qué carajo viniste?

—Lo viví David, en carne propia en varias ocasiones y se lo que se siente  estar muriendo sin poder morir— sus ojos brillaron pero no dejo derramar ni una lágrima

—Te lo preguntaré una última vez ¿a qué carajo viniste Sam?

—Tengo que hablar contigo y no sera algo lindo —se demora unos minutos hasta que habla

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