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             TODO LO QUE PUEDO VER, ES SÓLO UN ÁRBOL DE LIMONES AMARILLOS

PERSÉFONE MONTI BELLA

No quería lastimar mi buena moral pero ya estaba decidida a la locura que me encamino esta tarde, lo medite y procure hallar todas las alternativas pero creo que mi mejor opción era escuchar la propuesta y premeditar a que me estaba metiendo, en cuanto a mi familia e incluso el mismo Matt no tenían la menor idea de mi destino o lo que estaba pasando con este asunto y por mientras prefiero mantenerlo así. Necesito el dinero y los seres que amo también, mi padre siempre dice que se hace sacrificio por los que uno ama y estoy dispuesta a tal desafío si puedo otorgarles mejor vida, una dignidad en esta sociedad mediocre.

—Per estas distraída este día, acaso ¿sucede algo?—movía las manos para sacarme del trance de mis pensamientos

—Debo irme en un rato más—mire la hora y falta exactamente una hora para que den las cinco

—¿A donde vas? si quieres puedo acompañarte—Matt como siempre cree que soy una incompetente  para manejarme sola en la ciudad

—Puedo sola Matt y debo acompañar a mi madre al médico

—¿Qué le sucede? ¿Se encuentra bien?—se veía preocupado verdaderamente por la salud de Sara y eso provoco que me sintiera con culpa

—Ella esta bien, es solo un tema de mujeres grandes, menopausia algo así

—Entiendo, mi madre debe pasar por eso supongo—se rasco la nuca con algo de vergüenza sobre el asunto, y aquí es donde me pregunto porque los hombres son así

—¿Qué le pasa a madre?—Brandon Jackson se encontraba junto a su mellizo Oliver para almorzar

—Cosas de mujeres adultas que ustedes no entenderán nunca niños—Matt los abraza y les invita a sentarse en el suelo para compartir el almuerzo que Claudia les preparo

—Per siéntate por favor—Brandon me hace reverencia a lo que le doy un leve asentimiento en forma de agradecimiento pero rechazo su oferta debido a que tenia que caminar varias cuadras hasta el parque  

—Vendré al turno del bar, adiós chicos y mando mis saludos a sus padres y por supuesto al señor Garret

—Cuídate y saluda a la señora Miller de mi parte—Matt me tira un beso imaginario y salgo con una ancha sonrisa

Cuando llegue a la esquina se me borro instantáneamente todo atisbo de felicidad, estaba aterrada con lo que me depara el destino en ese encuentro tan incierto y a la vez la ansiedad de saber que provecho puedo llegar a obtener me come los pensamientos, no espero algo elegante ni nada por el estilo pero Ciro Tomas dijo que tengo talento y tal vez sea perfecta para ello, quizás  es algo tranquilo o poco forzoso y  me permita llevar mi trabajo en el café y bar tranquila. Aproveche los minutos restantes para apreciar lo verde del gran parque, sus árboles, las rosas todo tan tranquilo, un buen lugar para despejarse y dejar volar la imaginación.

—Per ¿qué haces aquí?—kevin Chagal se encontraba ante mi presencia

—Hola Kevin ¿cómo estas?

—Estoy en horario de trabajo pero me complacería acompañarte si no te molesta

—Con respecto al otro día no quería molestar con mi opinión, ni ofender con tal rechazo

—Podre vivir con eso y me encuentro deseoso de tener tu amistad como siempre

—Yo también quiero seguir con tan linda amistad—ambos sonreímos

The KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora