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BENDECIDA CON BELLEZA Y RABIA 

PERSÉFONE MONTI BELLA

Dejo el bolso en la silla y me dirijo a la cocina al sentir el olor cebolla frita, lo veo de espaldas a mi, con su torso totalmente descubierto y solo en bóxer, deseosa lo abrazo por detrás mordiendo su hombro desesperada por volver a probarlo, parece que no tengo suficiente de el.

—¡Llegaste temprano! — ríe y luego se da la vuelta para besarme —¿cómo te fue?

—La casa esta a nombre de el, se que no querrá nada mio pero ya lo hice, es lo menos que podía compensar después de tanto daño

—Hiciste lo que pudiste y es válido, ahora debes dejar que el decida que hará con todo eso

—Lo sé, me mata la incertidumbre— recuesto mi cabeza en su pecho y este me abraza — ¿cómo te fue con Deuce?

—Le transferí lo necesario a su cuenta, se que no lo querrá pero me conformo con saber que donde sea que este si lo necesita solo debe sacarlo del banco

—¿Tus padres saben algo?

—Solo la carta que dejo, diciendo que se iba sin rumbo alguno pero que volvería— acaricia mi cabello suavemente y cierro los ojos sintiendo una paz inexplicable

—Tus padres me odiaran si se enteran lo que paso— murmuro apenada y Caín toma mi rostro entre sus manos

—No fue tu culpa, tu elegiste, Deuce te dijo que lo hicieras y aquí estas — me besa y luego procede a seguir cocinando — prometí no meterme entre ustedes y lo cumplí, pero tu elegiste y nadie debe juzgar tu elección

—Jugué con los sentimientos de el — me siento en una silla y comienzo a beber agua 

—No diré que estuvo bien lo que hiciste, pero creo que sentías por mi hermano lo que Matthew sentía por ti

—Soy una persona horrible —me tapo el rostro con ambas manos y el lentamente las quita para besar mi rostro por todos lados 

 —Perséfone eres una adulta, debes asumir tus decisiones y aprender a vivir con ellas — me besa y luego muerde mi labio inferior provocando una sonrisa tonta en mi — lo superara, seguirá con su vida como yo pude hacerlo

—¿Pudiste? —lo miro confundida, eso no es lo que recuerdo — te arrastrabas por mi 

—Imbécil — ríe sin gracia — lo intente pero al final del día sabia que no te tendría si lo elegías a el

—¿Supiste algo más de los hermanos Thompson? — cambiar de tema me quita un poco la molestia que tengo con este tema, Caín vuelve a la cocina sin contestar, temo que se  enoje por esquivar el tema

—Siguen las ordenes de Diamond, son sus perritos falderos y la verdad que no hay mucho por hacer

—Caín ¡ellos van a matarme!

—No mientras estés conmigo Perséfone — sonríe egocéntrico y sigue cocinando— solo no te vuelvas a meter con Pollack en sus idioteces

—Fui obligada a todo esto

—Si lo vuelvo a ver cerca de ti lo matare — la seguridad con la que lo dice me da escalofríos

 —Caín tranquilo—lo abrazo por la espalda y tiene sus músculos tensos — tengo miedo que nos hagan daño por estar juntos, somos enemigos

—Me importa una mierda eso, si estas conmigo — se da la vuelta y me toma de la cintura alzándome y luego me deposita en la encimera, acuna mi trasero acercándome al borde y me mira con una intensidad que me deja tiesa — no permitiré que te toquen, eres mía y nadie te dañara, si tengo que hacer arder el mundo en el proceso, créeme que lo haré 

The KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora