Si la montaña no viene a ti...

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Sabían que contaban con poco tiempo y Checo les empezó a explicar del asunto con Kamui. Era el que había estado molestando a Mary con respecto a la niña y siendo japonés sabía muy bien donde esconderse. Debían moverse rápido si querían recuperar a todos antes de que ese hombre les hiciera daño.

Mientras eso pasaba en el hotel donde se concentró el peor equipo de rescate existente en una bodega algo lejos de Suzuka se encontraba un grupo de personas amordazadas intentando soltar sus amarres de forma torpe.

Yuki: Acércate más, casi te suelto la mano... No baboso!!! No te caigas animal!!!

George: Yuki!! Me cuesta trabajo mantenerme sentado!!

Lando: Ayyy tengo miedo -lloraba la pequeña papaya- quiero irme a casa

Charles: Vamos chicos, intentemos safar estás cosas. Tal vez podamos escapar si nos juntamos espalda con espalda y desatamos esto.
Espera Lando, déjame ayudarte -le dijo al joven de McLaren mientras se arrastraba hacia él.

El par de asustados pilotos se estaban quitando las amarras mientras el otro par discutía

Yuki: No George!! Así no!! Te vas a ir de lado... Otra vez!!

George: Ayyyy creo que me pegué en mi cabecita!!

Yuki: Y te voy a pegar más fuerte por tarado!!! Deja me acerco a ver si así acostado puedo liberarte las manos.

El pequeño ninja se acercó arrastrándose hasta George que nadie supo cómo pero terminó dando dos vueltas y topó con una pared

George: Ayyy mi cráneo!!!!

Yuki: Si serás animal!!! Qué es lo que te estoy diciendo!! Quédate quieto George Russell de Hamilton o juro que voy a darte una paliza peor de la que le di a Esteban!!!

Los cuatro lograron desatarse unos a otros y comenzaron a ver si podían escapar del lugar. Encontraron una ventilación abierta que los llevaba por un pequeño ducto y por ahí se fueron metiendo. Charles lideraba al pequeño grupo que avanzaba lentamente cuando de repente cayeron por el peso y se dieron cuenta que estaban en otra habitación donde se encontraba Kamui Kobayashi junto a Mary y su pequeña hija.

El agresivo japonés la había amarrado y se encontraba algo golpeada mientras la pequeña niña lloraba del miedo y se encontraba en un rincón. Para la mala suerte de los cuatro habían hombres armados en ese lugar los cuales sometieron a tres de ellos sin problema excepto por Yuki que alcanzó a evitarlo y literal se aventó por una ventana cual héroe de acción. El pequeño japonés corrió cuánto sus piernas le dejaron y después de varios minutos pudo reconocer el sitio donde se encontraban. Decidido a buscar ayuda y luego de intentar parar algún vehículo por fin uno le hizo caso y lo llevaron al hotel donde se encontraba Checo con Max. Corrió apenas bajo del auto y logró llegar a la puerta donde tocó como desesperado.

En esos momentos Max intentaba crear un plan de acción pues él creía que era muy ingenioso pero ver demasiadas películas no le había dejado nada bueno al neerlandés que tenía una distorsionada idea de cómo salvar a sus amigos.
Checo solo lo miraba con pena y sonreía algo incómodo ante los delirios de su rubio quien era apoyado por Pierre quien secundaba sus locas ideas.

Hamilton solo suspiraba ante cada incoherencia que decían ese par y Óscar y Fernando llamaban mientras a sus directores de equipo con la esperanza de saber algo más. Fue cuando un sonido en la puerta los alertó y al abrir se toparon al pequeño piloto quien abrazó a un desconcertado Checo que empezó a llorar.

Checo: Yuki??!! Bebé!! Mi niño regresó -dijo mientras lo abrazaba- mi niño dónde estabas??!!

Yuki: Checo!! Es horrible!! Nos secuestraron y pude escapar pero los demás no!! -chilló- los volvieron a atrapar. Pero sé exactamente dónde están!!! Pude reconocer el sitio

Eres el amor de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora