— ¿Estás bien? — La mayor le preguntó con preocupación.
— Sí, Kanae. Me siento mejor, gracias.
Shinobu se encontraba algo apenada, pues ya todos sabían lo que había sucedido.
— Me alegra que te encuentres bien, lo bueno es que Giyuu logró encontrarte.
— Sí..
La charla era amena entre ambas hermanas hasta que de pronto fue interrumpida por cierto azabache que había ingresado a la habitación casi azotando la puerta.
— ¡¡SHINOBU!!
— ¡AY! ¡¿Qué pasa?!
— ¿Pasó algo Giyuu?
Ya recuperando el aire el muchacho decidió hablar.
— Llegó una carta... del gobierno.
— ¡¿QUÉ?!
De inmediato la muchacha le arrebató el sobre de las manos para luego abrirlo y leerla.
//Estimada señorita Kochou Shinobu, tenemos el agrado de invitar a su distinguida persona a la premiación de la competencia a nivel nacional. Cuyo objetivo fue brindarles apoyo a los nuevos aspirantes en la rama de medicina. La esperamos en la sede de gobierno en la fecha 27 de noviembre.//
Aún sin poder creer lo que había leído Shinobu dió un gran grito al aire.
Pues su fármaco había sido uno de los mejores, con las composiciones exactamente correctas.
— ¡Me alegra que tu esfuerzo no haya sido en vano! — Las palabras de Giyuu no pudieron faltar.
— ¡Te felicito Shinobu! — Kanae como siempre tan cariñosa abrazó a su querida hermana.
Pero la alegría del momento fue interrumpida al ser testigos de otra buena noticia.
— ¡Llegó papá! — Gritó Kanao a lo lejos.
De inmediato todos corrieron hacia la entrada.
Ambos adultos bajaron del vehículo sonriendo alegrenente hasta que el varón se acercó a Shinobu.
— ¿Estás bien hija?, Giyuu me había llamado diciéndome que te sentías mal.
Con preocupación la tomó por los hombros para luego darle un cálido abrazo.
— Estoy bien papá, no te preocupes. Y a propósito, ¡Fui invitada a la premiación de la competencia a nivel nacional de la creación de fármacos!
— ¡Que bien!, ¡muchas felicidades!
Todos sonrieron alegremente, hasta que finalmente todos ingresaron al interior.
— Bien, dadas las circunstancias, también queremos darles una noticia.
Yuko habló, llamándo la atención de todos.
Una vez todos habían tomado asiento en los grandes sofá de la sala de estar, por fin el mayor decidió hablar.
— Mika y yo nos casamos en un mes.
La sorpresa fue notoria entre los menores, aunque no fue la gran cosa.
No obstante, el primero en formular palabras fue el azabache.
— ¡Wow! Me alegra la noticia, pero, ¿por qué tardaron demasiado?
— Bueno, eso se debe a que al llegar a la capital tuvimos que enfocarnos principalmente en asuntos de las empresas y no hubo el suficiente tiempo para los preparativos de la boda, pero como ya solucionamos todo, la boda será en un mes.
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Idiota/GiyuuShino
HumorEl destino fue quien les hizo aquella extraña jugada. Tras el noviazgo de sus padres y pronto matrimonio, ambos jóvenes los cuales se tienen una rivalidad eterna tienen que aprender a sobrellevarse mientras estudian en la misma academia y viven en l...