Idiota/GiyuuShino

35: El inicio del Karma

Las vacaciones eran tranquilas, el viaje les había dado tranquilidad a todos.

Shinobu no había vuelto a hablar con Giyuu desde la discusión en la playa, prefería mantenerse alejada de su no grata presencia. Había pasado una semana desde entonces.

La llegada de Charlie a sus vidas había sido de imprevisto, y fue de una manera muy rápida que se ganó la confianza y el cariño de todos.

Sin embargo, a Giyuu no le terminaba de convencer del todo su perfecta personalidad ridículamente amable y alegre. Era demasiado lamebotas de Shinobu para su gusto.

Incluso se atrevería a decir que lo era más que el estúpido de Douma. Pero este no era un idiota, no. De eso estaba seguro, este tipo era realmente listo.

De algún modo Giyuu estaba convencido de que tramaba algo. Y él lo descubriría.

Justo en aquel momento se mantenía expectante y relativamente alerta de los movimientos del lamebotas.

Es decir, Charlie.

Todos yacían en el patio principal de la casa de campo justo debajo de un frondoso árbol que los cubría con su sombra.

Sentados alrededor de una gran mesa mientras degustaban de la deliciosa comida que había preparado Charlie.

¡Demonios!

Debía admitir que cocina muy bien el maldito.

Mientras los demás comían despreocupadamente, él comía con lentitud mientras veía con recelo al pelirrojo.

—Y dime, Charlie, ¿Qué harás luego de acabar la escuela? —Inquirió Tsutako.

—Pues deberé tomar el mando del negocio familiar —Con algo de desdén contestó mientras revolvía con el tenedor su ensalada.

Giyuu no dejaba de observarlo con insistencia y detenimiento, cosa que Charlie notó.

Ambos cruzaron miradas en cierto momento. Giyuu juraría que vió maldad pura en los ojos del pelirrojo.

Mientras tanto todos se veían embelesados por Charlie.

Ya luego del almuerzo Giyuu permaneció sentado en la mesa mientras los demás se dirigieron al patio trasero para continuar con su agradable charla.

Algo le incomodaba de ese tipo. Era extraño.

Permaneció allí por un tiempo, luego de unos minutos Kanao regresó hacia donde él se encontraba y tomó asiento a su lado.

—¿Qué es lo que tienes?

—Ese tipo tiene algo raro, ¿no lo ves? Es demasiado extraño que sea... ¡así de perfecto! —Exclamó el azabache.

Kanao permaneció en silencio por unos segundos.

—Estás celoso.

—¡¿Yo?! ¡pff!

—Claro que sí.

—¡Claro que no!

—Tu actitud demuestra lo contrario. ¿Estás celoso porque Shinobu lo prefiere a él o porque es más apuesto y sabe muchas cosas?

—Esas palabras dolieron, sabes —Ofendido carraspeó —Pero eso no viene al caso. Y ni muerto estaría celoso de que.... Shinobu lo prefiera a él.

—Ajá, entonces, ¿qué es?

—Ya te lo dije. Ese tipo trama algo.

Kanao suspiró, quizá no podría hacerlo cambiar de opinión.

—No parece mala persona.

—Las apariencias engañan —Insistió.

—No en todos los casos.