Idiota/GiyuuShino

33: Tristeza.

— ¿En serio le pedirás eso? — Respondió Sabito a través de la llamada.

— Claro, planeo hacerlo lo más pronto posible.

— Bueno, si estás tan entusiasmado entonces hazlo. Piénsalo bien, no sea que vayas a cometer algún error.

— Lo sé. 

— Bueno Giyuu, me alegra saber esto, pero en este momento estamos viendo con Makomo unos colores que nos llaman la atención.

— ¿Colores?

— Sí, para nuestra boda.

— Ah... ¡¿QUÉ?!

— No te hagas, estamos comprometidos.

— ¡Pero no sabía que habían aceptado su destino tan pronto!

— Bueno, ya lo sabes.

— Sí.. está bien, hablamos luego.

La llamada fue cortada y Giyuu decidió recostarse de lado en la cama luego de dejar el celular en el estante.

Dio un largo suspiro y de inmediato una tierna mirada cruzó su mente.

— Shinobu ha estado muy extraña en estos días... — Susurró — Ha estado más cascarrabias que antes, ya ni siquiera me habla. ¿Estará estresada?, ¿Estará enojada conmigo?

Su ceño se frunció al momento de pensar en eso. Él no había hecho nada para dañarla.

Y fue que con aquel pensamiento en mente quedó dormido. No obstante, el destino no planeaba que pudiera dormir toda la noche.

Fue alrededor de las dos de la madrugada que despertó, así sin que nadie lo molestara. Simplemente abrió los ojos.

Se removió en la cama gimoteando como niño incómodo, pues quería seguir durmiendo.

Optó por tomar su teléfono celular del estante que yacía junto a su cama para poder distraerse, pues no podía dormir.

Ver siempre lo mismo en redes sociales terminó por aburrirle, así que decidió salir a caminar.

Finalmente sus padres habían hecho público su compromiso y el hecho de encontrarse cerca de Shinobu siempre le parecía algo incómodo.

Más no sabía el por qué de la incomodidad al estar cerca de ella.

Caminó por los pasillos en silencio hasta llegar a un balcón que daba justo al jardín  principal.

Una figura bastante conocida fue la que llegó a notar, Shinobu se encontraba de pie justo en un rincón del balcón con la mirada puesta en el cielo.

Ya estaba a punto de invadir su espacio personal cuando de pronto oyó un sollozo por parte de la muchacha.

Paró en seco y fue justamente en aquel entonces que la oyó decir unas pocas palabras que de cierto modo llegaron muy profundo en su corazón.

— ¿Por qué me siento así?... — La oyó decir con pesar — No quiero sentir esto, ¿Por qué me haces esto? Esto está mal, ¡yo no debo sentirme así! Ya no quiero estar triste por favor... quítame esto que siento.

Su voz se oía algo ronca y entrecortada. Había estado llorando por mucho tiempo dedujo Giyuu.

¿Qué era aquello que le aquejaba tanto a tal punto de tenerla despierta a las dos de la madrugada en llanto? ¿Había hecho algo malo? ¿Por qué lloraba?

¿A caso alguien la había lastimado?

Se había vuelto distante con la mayoría de sus amigos, sin embargo, la distancia que mantenía con él era aún más grande.