Sabito llevaba horas esperando a Makomo puesto que esta última llevaba mucho tiempo en su habitación alistándose para el baile.
— ¿Ya te vas? — Preguntó al mayor que se disponía a acomodarse la corbata antes de partir
Este último lo observó y rió — Claro, soy uno de los maestros encargados así que es mi obligación llegar más temprano que los alumnos — Afirmó mirándose en el espejo mientras sonreía
— Ya veo, ten cuidado entonces... maestro Kyojurou — Rió luego de ver que el mayor se disponía a salir por la puerta de entrada
El mayor solo rió y se marchó dejándolo solo en la sala de estar del apartamento. Por un momento sintió la soledad que lo rodeaba pero esta extraña sensación se disipó cuando la copia pequeña del que se había marchado se sentó a su lado ya listo y arreglado para la fiesta.
— Por lo que veo, la señorita Makomo aún no está lista — Suspiró y se acomodó en el sofá
— La señorita Makomo siempre se tarda una eternidad al vestirse, Senjurou, ya estoy acostumbrado. Y esto no es nada, créeme — Expresó imitando su anterior acción de ponerse cómodo en el sofá
El niño no podía dar crédito a sus palabras, ¿una mujer podría tardar tanto tiempo solo arreglandose?
A los pocos minutos luego de su breve charla, Makomo salió de su habitación abriendo con suavidad la puerta de esta misma y saliendo el silencio. Ante los ojos de Sabito ella sería la más hermosa de aquel baile, simplemente para él, ella es única e irremplazable. Daba gracias a sus padres por haberlos comprometido ya que sentía que jamás tomaría valor para decirle que la amaba. Y bueno, no es que se haya atrevido a decírselo tampoco.
— B-Bueno, ya podemos irnos — Nervioso y algo sonrojado habló volviendo la vista directamente a los ojos de su prometida que solo se limitó a sonreírle suavemente
El ambiente se volvió un tanto raro y confuso para los ojos de Senjurou que se mantenía observando en silencio a esos dos tortolitos.
Todos siguieron de camino hacia la puerta de entrada, un vehículo los esperaba abajo.
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— ¡Oye! ¡¿si eres consciente de que eso duele?! — Luego de haber recibido el impacto de muchos cojines en su cabeza exclamó reclamando y recalcando que eso dolía
— ¡Cállate idio-!
— Debenos irnos ya, nos están esperando afuera — Serena y calmada, Kanao habló interrumpiendo su absurda pelea para luego encaminarse hacia la puerta de entrada
Ambos solo se voltearon a ver desafiantes y luego siguieron a la menor, sabían que no podrían pelear el día de hoy puesto que, de todas formas, son pareja para el baile. Shinobu ya se estaba arrepintiendo por haberle pedido eso aunque es mucho mejor que ser la pareja del lamebotas de Douma.
Subieron al vehículo que los esperaba fuera y partieron directo a la academia. Por otra parte sus padres los observaban desde el marco de la ventana en su habitación y sonreían tiernamente al verlos juntos.
— Sabes, creo que Giyuu y Shinobu se llevan muy bien — Afirmó Mika volteando levemente la vista hacia su futuro esposo quien solo pasó saliva por su garganta y rió levemente
— Supongo..
— Kanao se ve muy hermosa ¿no te parece? Supe que su pareja para el baile es el niño Kamado, hijo de Tanjuro Kamado, dueño del conjunto de panaderías Kamado. Es un buen partido ¿no lo crees?
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Idiota/GiyuuShino
HumorEl destino fue quien les hizo aquella extraña jugada. Tras el noviazgo de sus padres y pronto matrimonio, ambos jóvenes los cuales se tienen una rivalidad eterna tienen que aprender a sobrellevarse mientras estudian en la misma academia y viven en l...