13. Secuestro.
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En la cálida penumbra de un bar local, el equipo se congregaba, sumergido en la camaradería de una reunión informal. La risa y la música llenaban el aire, creando un ambiente de relajación y diversión. Esme y Barry, aunque rodeados por amigos que disfrutaban de sus bebidas, compartían una peculiaridad: ninguno de los dos podía embriagarse con facilidad, aunque por razones muy distintas.
Barry, gracias a su hipermetabolismo, provocado por sus poderes, procesaba el alcohol tan rápidamente que era imposible que alcanzara un estado de ebriedad. Esme, por otro lado, reveló entre risas y charlas que solo el vino tenía el poder de alterar sus sentidos.
Este hecho curioso captó la atención de todos, especialmente de Caitlin y Cisco, que la miraban con una mezcla de asombro y curiosidad.
—¿Vino? ¿Solo vino puede emborracharte? —Caitlin preguntó, su tono reflejaba su interés científico habitual. Cisco, siempre el entusiasta de lo extraordinario, se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con la perspectiva de descubrir algo nuevo sobre Esme.
Esme, sonriendo ante su sorpresa, asintió.
—Sí, y no cualquier vino, créanme he probado muchos, al parecer mientras más viejo es el vino, mucho mejor para ponerme borracha. —explicó, disfrutando la intriga en los rostros de sus amigos.
—En la mitología, el vino es a menudo asociado con los dioses, y parece que heredaste esa afinidad particular —comenta Cisco divertido
La noche continuó con el equipo compartiendo su interés por Barry y Esme junto con sus peculiaridades con el alcohol, para su desgracia, recibieron el aviso de una bomba en un edificio y todos mágicamente se tuvieron que ir porque mañana se levantaban temprano.
Y Esme siendo testigo de todo lo que pasó en el edificio gracias a que llego a tiempo y entró junto con un policía luego de enseñarle su placa.
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Al amanecer, la tranquilidad habitual de la comisaría de Central City fue interrumpida por la llegada imponente de un contingente militar. Los pasillos, normalmente resonando con el bullicio de las actividades diarias de la policía, se llenaron de la tensión palpable que acompañaba a los soldados en su marcha decidida.
Los oficiales y detectives se detuvieron en sus tareas, observando con una mezcla de sorpresa y cautela mientras el grupo, con su porte autoritario, se dirigía hacia la oficina del Capitán Singh.
Singh, ya informado y esperando su llegada, los recibió con una seriedad que igualaba la gravedad de la situación. Con una voz firme y controlada, anunció que, debido a la magnitud y las implicaciones del caso reciente, el ejército asumiría la responsabilidad de la investigación en curso.
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ECHO| Eobard Thawne
FanfictionEn el entramado del tiempo, dos relatos se entrelazan: Uno anclado en el pasado, el otro proyectado hacia el futuro. Un hombre y una mujer. Destinados por el capricho de las Nornas, se encuentran unidos por un hilo inquebrantable de venganza y des...