En el entramado del tiempo, dos relatos se entrelazan:
Uno anclado en el pasado, el otro proyectado hacia el futuro.
Un hombre y una mujer.
Destinados por el capricho de las Nornas, se encuentran unidos por un hilo inquebrantable de venganza y des...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
˗ˏˋ ★ ˎˊ˗
La noche había caído suavemente sobre la ciudad cuando Ronnie finalmente volvió, abrazando a Caitlin con una mezcla de alivio y amor profundo. La escena era conmovedora, y Esme observó con una sonrisa cálida mientras la pareja se reunía después de tanto tiempo de angustia y separación.
Ronnie y Caitlin se despidieron del equipo, dirigiéndose hacia su propio refugio para pasar la noche juntos y reconstruir los pedazos de su relación.
Esme, sin embargo, sentía una mezcla de emociones. Había pasado mucho desde la revelación de los secretos de Wells, y aún no había encontrado la paz en su corazón. Decidió buscar consuelo y claridad con su mejor amigo, Cisco.
Se dirigió al laboratorio donde él estaba trabajando, ocupado con sus propias reflexiones y experimentos.
Cisco levantó la vista cuando Esme entró, notando la expresión preocupada en su rostro. Dejó sus herramientas y se acercó a ella, dándole una cálida bienvenida.
—Hey, recuperamos a Ronnie, logramos estabilizar su matriz y separarlo de Stein ¿qué pasa? —preguntó, ofreciendo una sonrisa que no alcanzaba a ocultar su preocupación.
Esme se dejó caer en una silla cercana, suspirando profundamente. Miró a Cisco, buscando las palabras adecuadas para expresar lo que sentía.
—He estado pensando mucho en lo del doctor Wells —empezó, su voz suave pero cargada de incertidumbre—. Y he decidido que no quiero saber la verdad sobre su pasado, decidí seguir un poco lo que me dijiste la otra noche.
Cisco la miró con curiosidad, pero también con un toque de preocupación. Se sentó a su lado, dispuesto a escuchar, sabía que su amiga solo necesitaba desahogarse un poco.
—¿Por qué, Esme? Sabes que siempre puedes hablar conmigo.
Esme tomó aire, tratando de ordenar sus pensamientos. Quería explicarle a Cisco, pero también necesitaba convencerse a sí misma de que estaba tomando la decisión correcta, quería...ni siquiera sabía porque lo estaba haciendo, pero necesitaba que Cisco entendiera su elección y que estuviera de acuerdo con ella.
—Sé que hay cosas sobre Harrison que son oscuras, cosas que tal vez nunca entenderé —dijo, sus palabras fluyendo lentamente—. Pero he visto cómo es ahora, Cisco. Lo veo preocuparse por la gente, lo veo esforzarse por hacer el bien. Sé que hay sombras en su pasado, pero... todos tenemos sombras, ¿no?
Cisco asintió, comprendiendo la lucha interna de su amiga.
—Sí, todos tenemos cosas que preferiríamos olvidar —respondió suavemente.
Esme continuó, su voz ganando en firmeza, aunque aún temblaba ligeramente
—. Lo que quiero decir es que el Harrison que conozco, el que amo, es un buen hombre ahora. El pasado es pasado, y si él está tratando de ser mejor, de hacer el bien, entonces... ¿no merece una oportunidad? No quiero que los fantasmas de su pasado destruyan lo que tenemos.
