14. UN VISITANTE INESPERADO.

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14. Un visitante inesperado.

 Un visitante inesperado

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Esme, su hermano mayor y Wells se encontraron en un elegante restaurante, su ambiente sofisticado y distinguido proporcionando el escenario perfecto para la cena. Mientras se sentaban, la tensión subyacente entre el deseo de Esme de demostrar la seriedad de su relación con Wells y el escrutinio calculador de su hermano llenaba el aire, mezclándose con los aromas delicados de los platillos gourmet.

El silencio fluía mientras los meseros traían los platos y preguntaban que querían para tomar.

—Un Cosmopolitan, por favor —pide Esme con los nervios a flor de piel, si bien esa bebida no la pondrían ebria, se sentía un poco reconfortante sentir la quemazón del alcohol en su garganta.

Una vez que las bebidas llegaron, el silencio seguía, Esme nerviosa por la mirada de escrutinio de su hermano, preguntándose porque demonios la había citado junto con Wells para algo tan trivial como una cena.

—Debo admitir que la otra noche lograron convencerme de que ustedes dos tenían una relación, pero a en serio Esme ¿Qué pretendes con seguir con este teatro?

—No sé de qué hablas, no es ningún teatro —sentencia la chica arrugando el ceño mientras se toma la bebida de un trago y pidiendo otra al mesero

—Lo es, tú nunca has podido mantener una relación estable ¿Acaso olvidas que te conozco mejor que tú? La única vez que alguien te propuso matrimonio lo terminaste, así que no me vengas con que tu relación con él es seria —señala a Wells con un gesto despectivo

—No voy a permitir que lo insultes

—La que lo insulta eres tú por darle esperanzas, Esme, querida hermana, si hay algo que te gusta más que las armas es un hombre que pueda complacerte sexualmente y dudo mucho que él lo haga

—Eso no es...

—¿Olvidas las veces que te encontramos con Oliver Queen? ¿O con esos chicos de una noche que traías a casa luego de una fiesta? Así que, por el bien de la familia, no puedo evitar preguntarme si solo estás con Wells para molestarnos o si solo estás siendo utilizada, después de todo, si al doctor Wells lo relacionan con el apellido Callaghan mucho de sus problemas se solucionarían ¿o me equivoco? —ahora su pregunta era dirigida al hombre a su lado.

Wells guardaba silencio, viendo el rostro rojo de la ira de Esme, notando como apretaba los puños y fruncía los labios, verla molesta era un deleite para su vista, pero le gustaba más cuando sonreía.

Y era su momento de cambiar ese bello rostro molesto.

—Se equivoca, no es tan listo como piensa, señor Callaghan, en todo, dejo a Esme tan complacida que temo que pronto seremos dos en silla de ruedas y sobre lo otro, nunca me ha importado mi reputación o el dinero, así que no salgo con ella por algo que me pueda ofrecer su apellido, al contrario, quisiera cambiar su apellido Callaghan por Wells

ECHO| Eobard ThawneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora