Capítulo 46

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—Arion, ¿qué piensas de Aitor? —escuché decir a Víctor.

—¿Cómo qué...? —Arion parecía más sorprendido de que Víctor le hablase que de todo lo que estaba pasando.

—Bueno, no importa.

No entendí bien a dónde quería llegar el delantero con aquella pregunta.

Sacamos de centro y empezamos a atacar, una vez más, nos pararon los tornados pero gracias a Arion conseguimos superarlo.

Nuestra ventaja no duró mucho ya que un tornado apareció de la nada mientras que la Academia Militar Mar de Luna parecía muy segura de que eso iba a pasar.

Vi cómo nuestra defensa se rompía poco a poco y decidí bajar a defender antes de que pasase nada.

Salté para conseguir el balón pero no llegué a por él. Doug iba a chutar solo pero Aitor apareció con una gran agilidad para impedirlo.

¿Dónde habrá aprendido a moverse así?

El descanso llegó y yo estaba muerta, si fuésemos ganando habría visto inútil jugar otro tiempo.

Llegamos al banquillo para descansar y el entrenador Evans dijo que Jp entraría por Subaru y que Gabi se quedaría en el banquillo.

Ninguno de nosotros estábamos de acuerdo con su decisión.

—¿De acuerdo, Gabi? —el recién nombrado solo asintió.

—Jugaremos solo con 10 jugadores —contestó Mark cuando le preguntaron por un sustituto del defensa.

Honestamente pensaba que cada día estaba más loco.

—Entrenador, ¿Aitor va a seguir en el campo? —Mark asintió con la cabeza —, ¿pero por qué?

Gabi estaba mucho más frustrado que antes y lo veía normal, encima de que no iba a seguir jugando, su "enemigo" sí.

—Dejemos eso a un lado. Tus jugadas del primer tiempo han estado llenas de rabia —a pesar de que apoyaba a Gabi, Jude tenía razón —, y el resultado ha sido que el equipo ha acabado roto.

—Es ese chico el que rompe al equipo —podría tener razón, pero no valía la pena discutir o reprocharle nada a los entrenadores.

Dejé de escuchar la conversación cuando sentí algo frío en mi nuca que me hizo estremecerme y soltar un gemido.

Me giré de golpe para ver quién era el gracioso y me sorprendió ver a Riccardo, no le pegaba nada hacer ese tipo de bromas.

—Alegra esa cara —me sonrió mientras me ofrecía agua.

Acepté la botella, realmente tenía sed.

—Me preocupa Gabi —dije mirando al recién nombrado.

—A mí también, pero su situación no puede desconcentrarnos a todos.

Riccardo tenía mucha razón, no podía permitir que algo así me sacase del partido.

...

Nos colocamos de nuevo en nuestras posiciones, esta vez sacaba de centro la Academia Militar Mar de Luna. Todos se sorprendieron al ver que éramos solo 10 en el campo. Incluso el entrenador parecía enfadado.

Siguieron aprovechándose de los tornados y no podíamos hacer nada. Mientras que para ellos eran como un compañero más, para nosotros era algo molesto e impredecible.

Bajé a defender pero frené en seco al ver que Aitor había conseguido parar el ataque del rival con mucha habilidad.

Armamos un ataque gracias a él y de pronto metió el balón dentro del tornado. Parecía que ya sabía cómo funcionaban.

Arion se metió dentro del tornado y ahora eran ellos los que no sabían qué pasaría. Al salir del tornado tiró a puerta con su Tiro Vendaval.

El portero sacó un espíritu guerrero pero sin que se lo esperase chuté el balón con mis Llamas Letales, logrando un chut encadenado que termino entrando en la portería rival.

Fui corriendo a celebrar con Víctor quien me miraba orgulloso. Mi corazón dio un vuelco al verle sonreírme de esa manera. Me sentía la persona más afortunada del mundo al ser a quien dedicaba todas sus sonrisas.

Nos posicionamos una vez más y ellos sacaron de centro. Gracias a Dios, no salía ningún tornado, algo menos con lo que lidiar.

Aunque claro, no iba a ser tan fácil, estaban haciendo una supertáctica que pasaban de un rombo a una fila sin que nosotros pudiéramos hacer nada.

Aitor salió volando pero no se dio por vencido y siguió luchando por conseguir en balón. Fue inútil y nos marcaron gol fácilmente.

Una vez más, atacaron con el Ataque Táctico y llegaron a nuestra portería, pero esta vez Samguk detuvo el tiro.

Vi algo raro en el cambio que hacían de la formación. Al pasar de un rombo a la línea parecía que dejaban un hueco libre entre ellos que podríamos utilizar, pero no estaba segura.

Gabi salió al campo porque según el entrenador Evans sabía que nuestro defensa había cumplido su misión en el banquillo.

Realmente no entendía nada, pero si nos hacía ganar, prefería estar sin entender.

Nada más entrar, se acercó a Aitor y le dijo algo que yo no pude escuchar pero todos los del equipo le dieron su apoyo.

Sacamos de banda y nos robaron el balón enseguida. Gabi le dio una orden a Aitor y pudo romper la supertáctica y hacer que formásemos un nuevo ataque.

Arion sacó el Pegaso Alado y marcó gol sin mucha dificultad.

Habíamos empatado el partido y ya solo quedaba ganarlo.

Se renaudó el partido y la Academia Militar Mar de Luna empezó a jugar mucho peor. Se notaba que el fútbol regulado se rompía en el momento que algo se salía de sus planes.

Doug entendió eso y comenzó a jugar con todo lo que tenía, al igual que nosotros. Todos los jugadores que le conocían estaban impresionados ante su actitud, aunque yo sabía que eso pasaría tarde o temprano.

El fútbol es un deporte de lucha y sacrificio, no un ejercicio de matemáticas.

El equipo rival reaccionó y su juego mejoró de nuevo. Ambos dábamos lo mejor del otro y eso convirtió que el partido fuese disputado y precioso de ver.

Encadenamos pases gracias a una gran jugada de Aitor que terminó pasándole a Gabi para la sorpresa de todos.

Víctor estaba delante de la portería y marcó gol, rompiendo el espíritu guerrero del portero rival.

Al igual que yo había hecho antes, vino corriendo hacia mí y me abrazó con fuerza.

—No pensarás quitarme el puesto de máximo goleador, ¿verdad? —sonreí ante su competitividad.

—Ambos sabemos que lo haré —le escuché reírse justo antes del pitido del árbitro.

Habíamos ganado el partido y nos habíamos unido como equipo.

—Por cierto —me habló cuando nos separamos —, la crema es fantástica.

Sonreí por haberle ayudado. Sabía que lo estaba pasando mal e intentaría cualquier cosa para ayudarle, por pequeña que sea.

Su Sonrisa [Víctor Blade]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora