Narra Lisa:
Nadie sabe de dónde, pero aparecieron 10 jugadores con una equipación bastante, pero cuando digo bastante, creedme que es bastante fea, que por el rayo supongo que era una copia china de la del Raimon.
—Os voy a presentar, estos son vuestros sustitutos en el club.
Sabía que mi hermano quería acabar con el club, pero no me imaginaba esto la verdad. Al igual que yo, el resto de personas presentes miraban atónitos al tal Blade. Miré a Travis, para intentar averiguar qué pensaba, pero fue en vano, al igual que yo, él matenía su mirada seria mientras observaba lo que pasaba.
—¿Cómo que nuestros sustitutos? —dijo Riccardo, parecía bastante asombrado, aunque sinceramente, le entiendo —. Nosotros somos el equipo del Raimon.
—Visto lo visto, creo que podemos empezar el partido de verdad —se le veía dispuesto a acatar las órdenes, algo que me sorprendió, no todos los imperiales hacen lo que se les pide al pie de la letra tiene que haber algo gordo detrás de esto seguro.
—No pienso jugar contra gente que solo ha venido a buscar problemas.
Riccardo parecía alguien muy sensato, me lo esperaba un poco por su forma de jugar, en cambio, creo que no sabía que no tenía opción de rechazar el partido, por eso mismo iba a hablar para explicárselo, pero Víctor me adelantó.
—Vaya, creo que no os habéis enterado de vuestra situación—sin motivo alguno, decidió pegarle un balonazo a la antigua sede del club. No entendía que hacía, pero si actuaba probablemente me expulsarían antes de siquiera entrar al instituto —. Ahora escuchar, no es ninguna petición, es una orden.
Mientras que el capitán maldecía y apretaba con fuerza sus puños. Víctor se impacientaba y se dirigía hasta el edificio fútbol. Y todos seguimos los pasos del imperial y fuimos hacia el campo. De camino, sentí como alguien me tocaba el hombro, al girarme me sorprendí de que fuera Travis.
—Blaze, quédate en el banquillo, a lo mejor te necesitamos —no sabía el porqué iba a ser de ayuda, el equipo de pacotilla que había traído no parecía ser gran cosa la verdad.
Al llegar, hice exactamente lo que me habían pedido y me senté junto a Celia.
—Vaya estadio tenéis, normal que este instituto sea conocido por su fútbol—alagó Víctor, se notaba que se estaba burlando.
Decidieron ignorarle y Riccardo le pidió al señor Veteran que fuera el árbitro del partido. Un estudiante decidió hacer de comentarista, siendo sincera, no iba a hacer caso a sus comentarios, pero si le hacía ilusión, para qué quitársela. El otro equipo al parecer se hacía llamar la Orden de los Caballeros Templarios, no había nombre más largo.
El entrenador de ellos llegó de repente, y al verle le reconocí de inmediato, era Saber Sabel. Alguna vez que había ido a visitar a mi hermano le había visto por ahí, era como dentro de los puestos de mierda que había, el menos mierda de todos, para que os hagáis una idea. Nunca supe muy bien qué hacía, a parte de tocar los huevos, pero siempre estaba rondando por ahí.
El partido comenzó después de que ambos equipos se comprometieran a jugar con deportividad, aunque todos sabíamos que no iba a ser así. Arion estaba ahí de pie, fliplando con el campo, como si nunca hubiese visto uno en su vida.
La pelota empezó a rodar, el Raimon fue al ataque, no les fue muy difícil llegar a tirar a portería, en cambio, el portero la paró con una sola mano como si de un pase se tratase. Sacó y en un abrir y cerrar de ojos ya había subido el primero gol al marcador.
Quizá no eran tan malos.
Un chico con dos coletas y pelo rosa se acercó hasta el portero y este le dijo que había sido fallo suyo. ¿Cómo le explico que el problema no es que no se lo esperase?
Un par de miembros del equipo tenían un poco de miedo, bueno, un poco bastante. Víctor robó el balón rápidamente y se dirigió hasta la portería regateándose a todo el Raimon. Cuando llegó tiró con la misma supertécnica que había usado antes. El portero intentó pararlo con su Parada Ardiente, pero no lo consiguió.
Justo a continuación de que la pelota entrara en la red y el segundo gol subiese, el entrenador me miró y asintió, entendí que quería que me fuese a poner una equipación. Era bastante bonita y me sentaba bastante bien, básicamente, me hacía un culazo.
Cuando volví de los vestuarios, miré el marcador y ya iban 0-8, menuda paliza les estaba cayendo. Miré al campo, y el noveno gol se hizo presente. Ante esto, Arion fue a decirle a Travis que hiciera algo.
—Son los jugadores los que tienen que hacer algo, no el entrenador. Arion Sherwind, ponte uno de los uniformes.
El chaval se quedó impactado al oír eso, creo que no se esperaba esa reacción, pero no había mucho más que hacer. Yo salí a la par que el castaño, el por Doug y yo por un rubio con cara de amargado que no sé ni cómo se llama.
Riccardo se quedó viendo a Persival como si el cambio fuese una estrategia o algo. Me da que no sabe que no hay mucho que hacer.
—Muchas gracias por salvarme antes —me agradeció y yo solo solté una risilla silenciosa, al menos era buena gente —. Es un honor jugar a tu lado —esta vez se dirigió hacia el capitán.
Yo no dije nada, no tenía ganas la verdad. A lo mejor parecía maleducada, pero no me preocupaba mucho.
Escuché desde el banquillo a Celia diciéndole algo al entrenador pero no logré entender lo que decía, en cambio oí a la perfección como le contestó que la mirada de Arion era la misma que la suya, ¿la suya?, ¿de quién? No sabía a qué se refería así que me dio igual haberlo escuchado.
El castaño fue a quitarle el balón a Víctor, algo que claramente no consiguió. El de ojos ámbar le intentó lanzar un balonazo a Adé, pero gracias a Dios conseguí llegar antes de que impactase. Controlé la pelota, y bajé del aire.
—Chutar contra la gente no es fútbol —le dije con rabia. Lo siento, pero no iba a permitir que fuese haciendo daño a la gente a través del deporte que tanto amo.
—¿Qué vas a saber tú? —quise contestarle, de verdad que quise pero no me salieron las palabras, un nudo en la garganta impidió que salieran.
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Su Sonrisa [Víctor Blade]
FanfictionLisa Blaze, nada más y nada menos que la hermana menor de Axel Blaze, tiene la misma pasión por el fútbol que su hermano, ¿a dónde la llevará eso? Pues al Raimon. Foto del Google La historia no sigue al 100% lo que sucede en Inazuma Eleven Go, hay r...