Su Sonrisa [Víctor Blade]

Capítulo 48

Nos terminó contando que Ray Dark era su tío pero que él no tenía nada que ver. Al final, era absurdo juzgar a alguien por cosas que habían hecho sus familiares. Víctor le preguntó que cómo era jugando al fútbol, y ahí vino el problema, solo llevaba dos meses jugando. Era un verdadero principiante.

Ya estábamos entrenando, Víctor y yo estábamos viendo a Lucien jugar, o bueno, eso intentaba

—No parece que le vaya a aportar mucho al equipo —le pegué un pequeño codazo.

—Deja de ser tan duro, acaba de empezar.

Víctor se giró sin responderme pero no me lo tomé a mal, sabía cómo era, y empezó a mantener un balón en su rodilla

Mientras tanto, Aitor se empezó a burlar de Lucien y acabó chocándose contra el palo de la portería. La verdad que la situación fue graciosa. Volvió a intentarlo y ya dominaba bastante bien la carrera con balón, aprendía muy rápido y eso nos podía beneficiar.

Samguk le dijo que tirase y todos nos sorprendimos por la potencia de tiro que tenía. Tal vez sí que podría sernos de utilidad. Miré a Víctor y hasta se le había caído el balón cosa que me causó una pequeña risa.

Le animaron para volver a tirar pero cuando le pasaron el balón ni siquiera lo controló. De nuevo, Aitor se rio de que era un principiante

...

Víctor me iba a acompañar esta tarde para estudiar matemáticas, principalmente porque él sabía lo que entraba y yo la verdad que ni idea.

Había avisado ya a Axel para que no apareciese de repente como si fuera el Alex Zabel y a Víctor no le diese un colapso mental.

Abrí la puerta de mi habitación, que era donde íbamos a estudiar.

—Puedes ponerte cómodo —dije mientras dejaba la mochila en el suelo y cogía el libro de mates —. ¿Qué tema es?

—El 7, trigonometría —al decirlo me acordé de algunas cosas que habíamos visto en clase.

Me senté en la cama con las piernas cruzadas y el libro encima de ellas.

—¿Qué es lo más importante? —pregunté para saber por dónde empezar.

Se sentó enfrente de mí y comenzó a explicarme absolutamente todo. Para mi sorpresa, era un gran profesor y era muy hábil para las matemáticas. Sabía explicarme todo sin ningún problema. Su inteligencia me era muy atractiva en este momento.

Ahora me había mandado un par de ejercicios que terminé bastante rápido.

—Ya está —le enseñé mi cuaderno —, ¿están bien? —pregunté al ver la cara que puso.

—Si, solo que te explicas un poco mal, ¿por qué no haces el procedimiento en orden?

Me encogí de hombros ante su interrogación, Axel siempre me decía que buscaba el modo más enrevesado para hacer las cosas, supongo que eso también me pasa aquí.

—No sé, yo me entiendo así.

Estuvimos un rato más estudiando, viendo todo lo que entraba para mañana, haciendo ejercicios y demás. Cada vez que levantaba la vista y le veía, tan concentrado, tan interesado en enseñarme, me cosquilleaba la tripa y se me aceleraba el corazón.

De vez en cuando era él quien me distraía sin darme cuenta de ello.

—Por fin —me tumbé en la cama, relajándome —. Hemos visto todo en 2 horas, ¿podría considerarse un récord? —lo escuché reírse y sonreí de inmediato.

—Eso es porque se te dan bastante bien las mates aunque no te interesen para nada.

—Tú eres un gran profesor —empecé a recoger todo lo que habíamos usado, guardándolo donde correspondía —. ¿Qué quieres hacer ahora?