Capítulo 26

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La segunda parte del partido iba a comenzar. El entrenador Evans había hecho un cambio, salía Gabi ya que estaba lesionado, y entraba Michael.

Sacaron de centro. Arion tenía el balón y avanzaba. Yo se lo robé, quería ganar aquel partido fuera como fuese. Regateé a los rivales y atravesé la línea de defensa sin mucha complicación.

Ya estaba delante del portero. Tiré con mi Proyectil Letal, tenía seguridad de que iba a entrar, pero no fue así. El portero invocó un espíritu guerrero y fue capaz de parar mi tiro con su Titán Goliath.

Así que también es un imperial.

Le pasó el balón a Millennium y este sacó al Ilusionista Trickster, ¿cuántos espíritus guerreros e imperiales tenían?

Usó su supertécnica Caja de Sorpresas e iba a ser imposible que Samguk pudiera pararlo, se venía el empate. Efectivamente, aunque usó la Parada Ardiente, no pudo detener el tiro. Solo se detiene el tiro de un espíritu guerrero con otro.

Riccardo le dijo a Arion y a Jp que iban a atacar los tres juntos. Me daba igual lo que hicieran, yo pensaba ganar el partido igualmente. Por eso mismo le robé el balón a JP y comencé a ir hacia la portería rival.

Mientras corría, recordé lo que dijo Infinity cuando iba a hacerle la entrada a Lisa. No podía permitir que siguieran haciendo esas cosas. Todo ello, solo hacía que tuviera muchas más ansias de ganarles y de marcarles un gol.

Millennium y Beyond estaban delante mío, dispuestos a pararme y yo no iba a permitirlo. A pesar de que intenté superarles de todas las formas posibles, incluso saltando, no pude hacerlo. Tan solo conseguí que me rodeasen seis jugadores.

No podía regatear y todos los del Raimon estaban marcados por un defensor así que tampoco podía pasar el balón. Terminaron quitándomela, era lo suyo.

—¿Qué? ¿Lo entiendes ya? Es imposible que puedas destruir nuestro fútbol aunque te empeñes y esto es un regalito de nuestra parte —todo esto me lo dijo mientras daba toques.

Me iba a lanzar un balonazo y esperé el impacto pero nunca lo recibí. Tan solo un pequeño empujón que me mandó al suelo. Al parecer, Lisa había conseguido desmarcarse y venir corriendo para impedir que me diesen y lanzar el balón fuera.

—¿Estás bien? —me preguntó a la vez que me tendía la mano.

Se la cogí y asentí. Al momento de levantarme, mi mente se trasladó a las tres de la mañana de ese mismo día. Todo el dolor que había sentido en ese momento había vuelto de repente.  Traté de ocultarlo, pero creo que ella se dio cuenta, tampoco era complicado.

Sacaron de banda y volvimos a lo mismo.

—Vete al iniferno. Lamentaréis toda vuestra vida haber traicionado al Sector V —después de hablar nos lanzó el balón.

—Ahora.

Entendí lo que me quería decir y salté con ella. Lisa redujo la fuerza y velocidad y yo conseguí controlar el balón para después caer al suelo con él en mis pies. Todos quedaron asombrados, era normal que no se lo esperasen.

—¿Creías que unos balonazos de nada iban a hacerme algo?

Corrí y de nuevo me rodearon cuatro jugadores. Estaba en las mismas que antes. No podía regatear, tan solo me quedaba la opción de pasar, pero, ¿a quién? Todos estaban marcados.

—Aquí Víctor —me gritó el capitán —. Por muy imperial que seas nunca podrás ganar a once jugadores tú solo. Recuerda que los demás pensamos como tú, si quieres ganar de verdad tienes que colaborar con nosotros.

Su Sonrisa [Víctor Blade]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora