Cuando Dios nos creó, no se equivocó

Capítulo 126

Después de pasar el lunes, llegó el martes. Yeha fue a la universidad como de costumbre. Asistió a clases por la mañana y almorzó con Heechan y Eunho. Sin embargo, al igual que ayer, Yeha no pudo disfrutar plenamente del elaborado almuerzo entregado, ya que pensaba que era Hangun quien lo había pagado, por lo que la comida retrocedió en lugar de pasar por su garganta.

Yeha se tocó el pecho con una expresión afligida. No había comido nada adecuadamente, pero se sentía mal por alguna razón.

"Hyung, ¿debería ir a comprar algo para la indigestión?"

Preguntó Heechan con preocupación.

"...No, estoy bien"

Respondió Yeha con una sonrisa forzada, rechazando su oferta. Luego, Eunho expresó también su preocupación.

"Tu papá te lo envió preocupado por tu salud, pero al final no pudiste comer nada. Se preocupará."

"...Ngh, mi papá".

Ah, mi papá. Mi papá resultó ser Choi Hangun todo este tiempo. Yeha rio amargamente. ¿Debería sentirme mal o no? Arrugó la naríz y abrió la puerta de cristal de la sala de clases con una sonrisa irónica. En ese momento, un fuerte olor a flores invadió el espacio como una marea. Era realmente como una inundación. O quizás como una presa que se rompe, o una tormenta.

En cada escritorio ordenadamente dispuesto, había una canasta de flores colocada cuidadosamente. Parecía como si hubieran entrado en otro tipo de jardín. Eunho, Heechan y Yeha miraron a su alrededor con caras atónitas. Puede que parezcan flores artificiales, pero el aroma que picaba en la nariz era sin duda el de las flores frescas.

"¿...Nos hemos equivocado de aula?"

Dijo Heechan mientras Eunho retrocedía y comprobaba el número de aula escrito en la puerta. D507. Estaban en el lugar correcto.

"¿No es esta la clase de Ecología del Entorno?"

Preguntó Yeha.

"Sí, no se supone que el material de preparación sean flores"

Respondió Heechan.

"Si hubiera una clase que nos pidiera comprar un cesto de flores tan caras como material de preparación, me habría retirado de inmediato"

Eunho interrumpió. La confusión no solo estaba en los tres, sino que se extendió a todos los estudiantes en la sala, así como a los recién llegados, que abrieron los ojos sorprendidos y murmuraron entre ellos. Fue un bombardeo inesperado. No era un misil, sino un bombardeo hecho con canastas de flores, pero el impacto fue similar.

A medida que se acercaba la hora de clase, todos apartaron discretamente las canastas y tomaron asiento. Yeha también se sumó al grupo.

"¡Guau, es la primera vez que veo flores frescas como lisianthus!"

"¿Has visto algo así antes? Estas hortensias son realmente hermosas, no es broma."

"Las anémonas púrpuras están goteando elegancia."

Los susurros aumentaron en intensidad. Todas las conversaciones que se escuchaban eran de admiración. Yeha, Eunho y Heechan también se quedaron asombrados. Era realmente difícil ver plantas tan vibrantes como esas. Los jardines y parques administrados por el país estaban hechos completamente de árboles y pasto artificiales. Por lo tanto, las clases se centraban en cómo producir y mantener árboles y pasto artificial.