Cuando Dios nos creó, no se equivocó

Capítulo 117

El lugar que Yeha visitaba cada vez que daba una vuelta por el centro comercial era siempre el mismo. El jardín interior en el tercer piso. Tenía un agujero circular en el techo por donde descendían delgadas ramas como cortinas. Debajo, un arroyo con aguas turbulentas corría sobre mármol blanco, parecía casi como cristal.

Yeha caminaba tranquilo por los pasillos del jardín. Las sillas dispersas estaban ocupadas por personas descansando por un momento: padres con niños, mujeres charlando, personas tomando café, entre otros. Observarlos también era divertido.

De repente, vio un televisor solitario en una esquina, que emitía un programa de noticias con un presentador de nariz respingada hablando de forma enérgica. Yeha se acercó al televisor.

[En las noticias de hoy, Choi Hangun, está acelerando el proceso de sucesión a la presidencia. Después del fallecimiento del ex vicepresidente Choi Taesung, y la caída en estado de inconsciencia del presidente Choi, es un hecho claro que el CEO Choi Hangun ha sido designado como el próximo presidente que liderará el Grupo Hanho. Las principales filiales de Hanho ya están bajo el liderazgo del CEO Choi Hangun...]

Junto al presentador, apareció un rostro familiar. Era Choi Hangun, conocido por todos y también por Yeha. Las noticias eran largas y aburridas, sin ningún tipo de entretenimiento. Yeha cambió de canal mientras veía las noticias en silencio. Las noticias serias no encajaban con la belleza de ese jardín.

Moviendo sus manos de un lado a otro, Yeha detuvo el canal en un documental sobre flores y sonrió como si estuviera satisfecho.

"Señor Yeha."

Yeha estaba a punto de regresar a casa después de dar tres vueltas al jardín. Fue entonces cuando el jefe de equipo apareció de repente y lo llamó. Yeha lo miró interrogativamente.

"Esto..."

Lo que le ofreció era un sobre blanco y grueso con un sello azul. Yeha lo aceptó, sorprendido.

"¿Qué es esto?"

"Es una invitación. Dijo que se especializaba en Arquitectura del Paisaje. Esta semana, el viernes, están organizando un evento de apertura y visita a los jardines en la Casa Azul. El primer día es para los de categoría cero y A, y los días dos y tres son para civiles. Se supone que usted como categoría cero debería recibir una invitación, pero al parecer solo hay una por familia. Por si acaso no la recibió..."

Cuando las personas se encuentran, siempre sucede algo inesperado. No importa cuánto se intente controlar, algunas cosas simplemente no se pueden evitar. Es como si hubiera cosas que deben suceder. A pesar de que uno intente volar o reptar, incluso si recibe el tratamiento de un dios en una forma distinta, al final sigue siendo un ser humano con dos brazos y dos piernas, y las reglas que Dios ha establecido no pueden ser cuestionadas.

Yeha miró fijamente la invitación.

[Casa Azul]

Las elegantes letras impresas hicieron que su corazón latiera con emoción. Los jardines de la Casa Azul. Seguramente serían impresionantes. Sería mucho más estimulante y fragante que experimentar la experiencia en realidad virtual en una clase. ¿Quién habría diseñado eso? ¿Cómo estaría decorado? ¿Qué tipo de plantas se habrían utilizado? Seguramente los árboles de edad avanzada estarían bien conservados. Con solo imaginarlo, se le hizo agua la boca.

"Esta es una invitación especial que se sorteará entre los VVIP, pero como todos ellos son clasificados como de clase cero o A, Sr. Yeha, si no les importa, sería genial si pudiera quedársela..."