Cuando Dios nos creó, no se equivocó

Capítulo 149

La comida pasó lentamente y se extendió por un largo tiempo. Era una atmósfera totalmente diferente a cuando Hangun y Yeha comían solos. Con la llegada de una pequeña vida, las risas nunca cesaron.

El postre final fue un sorbete de fresa. A pesar de que Chanha había comido bastante, seguía moviendo la cuchara con diligencia. Era solo un sorbete, pero sus mejillas regordetas se movían con esfuerzo mientras masticaba. Qué adorable. Yeha acarició suavemente las suaves mejillas con su pulgar. Chanha, que ya se había acostumbrado a su toque, soltó una risita pequeña y encantadora.

"Tío."

"Sí."

"¿Por qué no vives con nosotros?"

Chanha raspó el plato derretido de sorbete mientras preguntaba. Una vez más, Yeha no entendió de inmediato su pregunta y respondió brevemente con un "¿Hmm?". Entonces, con un golpe fuerte, Chanha dejó caer la cuchara y, como si hiciera una propuesta importante, habló firmemente.

"Tío debería vivir con nosotros. Con papá y Chana."

"Eh..."

¿Está diciendo que quiere que vivamos juntos? ¿No es un poco apresurado después de solo una reunión? Yeha no sabía qué hacer y miró a Hangun. Sin embargo, Hangun no parecía tener intención de ayudar. Con una expresión algo somnolienta, adoptó una posición de mero espectador.

Ante la tardanza en la respuesta de Yeha, una mano diminuta le dio suaves palmaditas en el dorso de la mano.

"Chana tiene una casa muy grande. De verdad. Hay... mmm... muchas habitaciones. O, podemos vivir juntos, ¿Si?"

"..."

Yeha se aclaró la garganta un par de veces, sin saber cómo responder. ¿Qué debería decir? No estamos en la etapa de ser algo más con tu papá, y tampoco tengo intención de involucrarme tanto con el grupo Hanho. La verdad es que tu papá es una persona muy importante en la sociedad, lo cual me hace sentir algo abrumado. Solo desearía que pudiéramos salir y conocernos mejor... Tenía mucho que decir, pero no era algo que debiera contarle a un niño de tres años.

"Después. Iré después."

Yeha sacó su arma secreta de adulto, una mentira. Ni siquiera era una mentira bien elaborada.

"¿Cuándo es después?"

Sin embargo, inesperadamente Hangun intervino. Yeha frunció el ceño y lo miró con fuerza. ¿Por qué actúa así, una persona que parece saberlo todo?

"Después es... después, ¿no?"

"Entonces, ¿cuándo es después? ¿Mañana? ¿Pasado mañana?"

Con su torso inclinándose hacia adelante, Hangun urgió a Yeha con su característico tono profundo. Los ojos de Yeha se torcieron en una expresión de desagrado.

"...Generalmente, en la sociedad, 'después' no se refiere a un futuro tan cercano."

"¿Entonces, la próxima semana?"

Yeha mordió su labio inferior. Ah, Choi Hangun debe estar loco. ¿Por qué actúa así? Yeha fingió no escuchar y volvió su mirada hacia Chanha. La boca y el mentón de Chanha estaban cubiertos de un jarabe rosado. Lo limpió con cuidado con una servilleta. Su piel era tan delicada que le preocupaba que apenas lo tocara pudiera lastimarse.

Chanha sonreía de manera traviesa frente a Yeha. "Su papá Yeha, el real" era mucho más impresionante de lo que había visto en las fotos. Olía mucho mejor que su oso de peluche. Además, tenía un bonito rostro, manos hermosas y unos ojos encantadores. En resumen, era realmente muy guapo.