Capítulo 144

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En este mundo, no hay mentira eterna. Si el mundo entero fuera una mentira, entonces habría sido inevitable que se esparcieran señales de ello en todas partes. Al final, la conexión que debía ocurrir finalmente se produciría, como si se hubiera realizado en un control perfecto.

"Hyung, ¿qué harás esta tarde?"

Yeha estaba tranquilamente comiendo con Heechan y Eunho a la hora del almuerzo. Eunho dijo mientras mordía un sashimi como si fuera un bocadillo.

"Yo... Creo que me iré a casa".

Yeha respondió mientras comía calamares fritos: ¿Cuánto había pasado? Ellos no le preguntaban a Yeha sus planes desde hace mucho tiempo. No asistía a eventos como beber, viajar, reuniones de MT o fiestas de inauguración. Era como si nadie se esperara que hiciera algo de ese estilo.

"Hay un seminario especial hoy a las 3 pm ¿Quieres ir?"

"¿Seminario especial?"

Los ojos de Yeha brillaron con interés. Era improbable que Hangun dijera algo, ya que el título de seminario no podía ser clasificado como un evento de diversión.

"Es un seminario sobre Alfa y Omega."

Heechan susurró con la boca cerrada y los labios apretados.

"...¿Qué?"

Yeha bajó la mandíbula. Eunho, que estaba pegado a Heechan, continuó explicando con entusiasmo.

"Exactamente, <Alfa y Omega, sus misteriosas vidas>. Una profesora de biotecnología va a dar una conferencia en el salón de música y va a ser divertido, ¿no crees?"

"Se nos darán meriendas. Hablo de Hamburguesas."

"Eso también ¿como un set de hamburguesas?"

"..."

Los ojos de Yeha se movían rápidamente de lado a lado. Alfa y Omega. Era un término desconocido para él, algo que nunca había oído antes en la universidad. ¡Y era improbable que Eunho y Heechan le hablaran de eso! ¡Era como si Yeha no hubiera soñado jamás con escuchar algo así!

Ah, ¿está mal seducir a Yeha con un set de hamburguesas?

Bueno, es un poco extraño hablar de eso mientras come sashimi.

Se pusieron a hablar delante de Yeha, que estaba pálido.

Yeha bajó la vista y escondió sus manos debajo de la mesa, intentando ocultar sus dedos temblando.

"Eh, ¿será divertido?"

"¡Por supuesto! Es sobre Alfa, ¡Alfa! ¡Eso es jodidamente emocionante!"

"Nunca he visto a un Alfa, ni a un Omega... prácticamente desde que nací."

Yeha cerró los ojos con fuerza y los abrió de nuevo. La persona que estaba frente a sus narices es ese misterioso animal llamado Omega. Quería huir de allí como si nada sucediera.

"¿Qué tiene de emocionante un Alfa?. Es solo una persona más."

Yeha sabía que los Alfa se dividían en dos categorías. Choi Hangun. Y los demás. Hasta ahora, en base a su experiencia, los Alfas que no eran Hangun parecían no ser humanos. Eran lúgubres, codiciosos y extraños. Pero Eunho y Heechan no pensaban así al parecer.

Cuando Dios nos creó, no se equivocóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora