Capítulo 141

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"No sé a quién salió pero, tiene mucho encanto. Antes no sonreía tanto cuando era más pequeño. Ahora sonríe todo el día. Él también habla bien. A veces me duelen los oídos."

"..."

"Come las guarniciones sin quejas, duerme correctamente y es muy lindo".

Yeha puso su labio inferior entre sus dientes. ¿A quién se parecía? ¡Tenía que parecerse a ese susodicho omega que Hangun amaba! Unos celos insidiosos se arremolinaron en la mente de Yeha. Yeha enterró su nariz en la parte posterior del cuello de Hangun.

"¿Todavía... extrañas al omega que murió?"

"Sí, lo extraño".

Fue una respuesta sin vacilar, ni un ápice de duda. Los ojos de Yeha se agudizaron. ¡No, no importa cuanto lo extrañe! ¿Tenía que responder así frente a sus narices? Aunque fue Yeha quién preguntó, se sentía con náuseas.

"Entonces, algún día... si algún día yo... quedo embarazado"

"..."

"¿Vas a querer más a este niño o al nuestro?"

Fue una pregunta ridícula e infantil. Era tan insólita que Hangun podría haber explotado con enfado y preguntar cómo podía hacer semejante pregunta. O tal vez no. Los ojos de Hangun se estiraron horizontalmente. Yeha tragó saliva con dificultad. Intentó moverse hacia atrás, pero Hangun lo atrapó y comenzó a besuquearle toda la cara.

"¡Ah! ¿Qué haces?"

Yeha chilló un grito débil. Hangun abrazó a Yeha que intentaba separarse.

"Me gusta demasiado."

"¡Qué!"

"Me gusta la idea de que hayas pensado en tener un hijo conmigo."

La mandíbula de Yeha se cayó hacia abajo. ¿Cómo podía aceptar tan fácilmente algo tan serio? No podía entenderlo en absoluto. Yeha recibió con un rostro desafiante los besos de Hangun. El que había estado amorosamente besando a Yeha le susurró al oído:

"Puedes dar a luz a cinco o seis bebés. Los amaré y cuidaré a todos."

Al escuchar estas palabras, su corazón se desanudó. ¡Era obvio que la locura se le pegó! Yeha rodeó el cuello de Hangun con sus brazos. Hangun se acercó a él y lo besó como si estuviera esperando esto desde el inicio.




ღღღ




Otra semana había volado como si nada. Hangun estaba en un viaje de negocios actualmente. Dos días atrás, Hangun se fue de viaje a París. Aunque había sugerido que Yeha lo acompañara, este se rehusó con una sonrisa, argumentando que no podía faltar por tantos días seguidos a la universidad porque ese viaje duraba cuatro días y que solo le quedaban pocos meses para graduarse. Quería disfrutar el poco tiempo de su vida universitaria al máximo.

Hoy era el día de ir al hospital. Después de que todas las clases terminaron, Yeha se despidió brevemente de Heechan y Eunho y subió a su Transición. Planeaba ir al centro comercial después del hospital para comprar ingredientes frescos. Quería cocinar para Hangun cuando este regresara a Corea, quería cocinar su plato favorito. Como lo más probable era que no le saliera bien a la primera, debía practicar varias veces hoy y mañana.

Cuando Dios nos creó, no se equivocóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora