[Tenemos que hablar] (16)

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You know I give a fuck about you everyday, guess it's time that I tell you the truth
If I share my toys, will you let me stay?
Don't wanna leave this play date with you

***

La suave sensación de las sábanas abrazándome es lo primero que despierta en mis sentidos por la mañana. El sol taladrando mis ojos como si su único propósito fuera asesinarme había sido lo segundo.

Jamás voy a volver a tomar en mi vida. Ni una sola gota de alcohol, jamás. Lo prometo. La cabeza me duele y mi garganta se siente como un desierto. Ni siquiera siento que tomé mucho ayer, pero sí fue notablemente más a comparación de lo que tomo en otras ocasiones, así que tal vez mi cuerpo no esté acostumbrado. ¿Qué me había motivado a hacerlo? Beber sin un motivo en particular suena tan impropio de mi parte que me desconozco.

Recuerdo a un tipo que me estaba jodiendo, una bebida burbujeante, apretar muchos botones en el elevador, y a Sebastian. Sobretodo recuerdo a Sebastian. Estaba serio, preocupado, pero no logro recordar la razón. Pequeños fragmentos de anoche llegan a mí como destellos y flashes que no me ayudan a formar una conjetura. ¿Por qué lo tengo tan presente? ¿Había estado conmigo durante la fiesta?

¡No! Lo recuerdo ahora. Me tiró mi trago al piso, y... ¿él estaba en el ascensor conmigo? Me acompañó hasta aquí también. Qué horror. Tal vez lo mejor sea no recordar nada después de todo.

Me incorporo de a poco sobre la cama y veo mi libro en la mesita de noche. El caer en cuenta de que todavía no lo termino me hizo molestarme sin ninguna razón en específico. Últimamente las cosas no están saliendo como las había planeado, y me frustra muchísimo porque se sienten como una pérdida de tiempo. Además llevo casi un mes con ese libro y no voy ni a la mitad. Debería aprovechar el día de hoy para terminarlo de una vez. De por sí Elio ya estaba prestándole mucha atención a mi repentina falta de tiempo para mis lecturas.

Me había resignado a tomar un baño e ir por una aspirina para dejar de sentirme mal conmigo misma, pedir café, escuchar música hasta que mi dolor de cabeza se cansara de molestarme para poder ir a correr o algo así. Lo que sea para activarme lo más pronto posible. Pero no es hasta que me quito la sábana de encima que me doy cuenta de un detalle peculiar en mi persona que me hizo trastabillar sobre el colchón. La playera que estoy usando... no es mía. Es roja con mangas azules, tiene el dibujo gastado de Spiderman en el pecho, pero no la reconozco. No recuerdo haberla comprado, no recuerdo que nadie me la regalara. ¿De dónde la saqué?

Se siente suave en mi piel y parece ser el corte que me gusta. Ancha, fresca, que me cubre hasta mitad de los muslos y perfecta para dormir. Pero recordaría haberla conseguido de alguna tienda o robado de Elio. Es de hombre, eso es seguro, pero no parece ser algo que mi amigo compraría. ¿De quién es entonces?

¿Había hecho algo anoche que no recuerdo? ¿Tendría que preocuparme?

Esa playera se va conmigo de todas formas.

Mis preguntas me asaltaban y acentuaban mi dolor de cabeza haciéndome imaginar lo peor. ¿Cómo llegó a mi cuerpo? ¿A quién le pertenece? ¿Alguien había pasado la noche aquí conmigo? Porque eso sí sería algo que definitivamente no hubiera hecho por más ebria que pudiera haber estado. Pero

Mis sentidos de alerta se dispararon cuando escucho el mecanismo de la puerta de mi habitación abrirse.

Lo lógico es que fuera Elio regañándome por esto, o tal vez el servicio de limpieza del hotel, pero la persona que apareció por el pasillo del cuarto era precisamente la última persona que me interesaba ver.

Golden Boy || Sebastian VettelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora