Golden Boy || Sebastian Vettel

[Of love and life] (21)

[Maratón por 50k lecturas 2/3]

Disfruten :)

Oh, to see without my eyes...

***

Seb💛

¿Nos vemos antes de la cena? Puedo ir a tu cuarto.

[Mensaje leído]

¿Eso es un sí o un no?

[Mensaje leído]

???

Me quedo mirando la pantalla de mi celular con el temor (y la esperanza) de que escribiera de nuevo.

Lo había estado evitando, y me siento mal por eso. No quiero que piense que he decidido terminar con nuestro acuerdo, porque no es lo que quiero tampoco, pero genuinamente me había asustado un poco lo del otro día. La súbita realización de verlo como algo factible me aterró en ese momento, y he estado confundida desde entonces, viendo el techo de mi habitación con la esperanza de que la respuesta apareciera de pronto para darle solución a mi encrucijada.

¿Me gusta Seb? No. Por supuesto que no. ¿Me gustó en ese momento? Claramente. Pero eso no significa que tenga sentimientos reales y tangibles hacia él. Una persona puede gustarte dependiendo de las circunstancias en las que se encuentren, y es perfectamente normal que eso cambie en cualquier momento.

Ese tipo de cosas pasan. Te puede gustar alguien que viste en la calle o en el autobús, o el mesero que se encarga de tomarte la orden en el restaurante. Son flechazos momentáneos que tienen lugar por el contexto y que funcionan así porque nunca ocurre nada más con ellos. Regularmente se te pasan porque solo estaban destinados a ser eso: flechazos momentáneos. No los vuelves a ver en la vida y eventualmente el enamoramiento se te va porque ese es precisamente su propósito. Esto es igual. Pero es por eso que me había rehusado a verlo estos últimos días. ¿Qué tal si con él las cosas no son así? ¿Qué ocurriría si lo veo y la misma sensación que me había invadido el día de su cumpleaños se hace presente de nueva cuenta?

Vettel no puede gustarme. No sabría qué hacer. Literalmente. El hecho de que mi corazón se acelere cuando pienso en sus ojos o cuando me imagino su voz llamando mi nombre no significa nada. Pero por dios, puedo reconocerlo por el simple hecho de oler su perfume. Y desde ese día en la alberca es más que obvio lo fácil que es ponerme nerviosa. Cómo mi respiración se acelera cuando lo tengo cerca. ¿Qué tan jodida estoy entonces?

Me gusta planear todo lo que hago para llevar un control de las cosas, pero jamás armé un plan de emergencia para ese caso en específico porque es algo que nunca creí que pasaría. ¿Por qué habría de hacerlo? Cuando comenzamos a vernos a escondidas apenas y nos hablábamos, pero en cierto punto de la travesía habíamos decidido acercarnos más. Y fue una terrible idea porque ahora me encuentro confundida respecto a algo que debería ser lo más sencillo del mundo.

Era el contrato perfecto, y estaba diseñado para que fuera fácil para los dos. ¿Y fui yo quien decidió incumplirlo, en serio?

Aunque estoy segura de que no es nada de qué preocuparme, sé que no me gusta porque llevamos meses viéndonos y conviviendo a escondidas y jamás me había pasado por la cabeza algo remotamente similar, así que estoy convencida de que aquel pensamiento que me inmovilizó esa noche aconteció por las circunstancias que nos rodeaban. Era su cumpleaños, estábamos cenando, y le había compartido algo increíblemente privado que jamás había comentado con nadie. Normal que estaba mucho más sensible que de costumbre, y por eso es que lo creí correcto en el momento.