Adenium: Jardín Secreto (Kookmin)

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Flashback *Hace 18 años. 20 de abril.*

Yoongi tenía prisa por esconderse, corrió lo más rápido que pudo hasta soltar un doloroso suspiro en sus pulmones. Me duele, me duele mucho el pecho, aparecen manchas oscuras en mis ojos y siento las piernas pesadas con cada nuevo paso. El Omega arrastra la palma de su mano a lo largo de la pared seca y gira hacia la izquierda, buscando un camino exitoso a medida que avanza. Aquí están: cajas altas y una viga de metal, salta sobre ellas, se aferra a un borde de madera y parece sentir ya un soplo vivificante de salvación cuando desliza los dedos a través de la rugosa celosía, sólo necesita pasar por encima. Un tirón con lo último de sus fuerzas y su aliento rancio, y abandonará el territorio. Salieron con Namjoon a una misión, pero provocaron una colmena de avispas. Si Namjoon y sus muchachos intentaron eliminar a varios mercenarios, entonces Yoongi tuvo la imprudencia de toparse con los recién llegados, Kim lo perdió de vista y sus fuerzas ya se estaban agotando. Manchado con la sangre de otra persona, corrió hacia su territorio, como Namjoon le había indicado si estaban separados. Ojalá fuera así de fácil cuando te persiguen al menos una docena de matones alfa y cada uno de ellos conoce estas calles secundarias. Yoongi lo esquivó con todas sus fuerzas, y uno podía admirar con seguridad su agilidad y capacidad para trepar a los lugares más inconvenientes. Y ahora todo lo que tiene que hacer es darse la vuelta hacia el otro lado y exhalar victoriosamente, tal vez incluso desmayarse por un momento. Pero un fuerte empujón y agarre en el tobillo me asusta hasta el punto de tartamudear. 

El Omega se aferra convulsivamente a la pared con los dedos, se rasga las palmas con sangre, tratando de escapar. Está sin aliento, le da vueltas la cabeza y dos alfas con una sonrisa depredadora se ciernen bajo sus pies. - ¡Te tengo, chico, arrástralo, apenas respira! — uno escupe y golpea la caja debajo de los pies del omega. Yoongi grita, logra patear al otro en algún lugar del cuello y cae. Le duelen las manos, siente su propia sangre manando de sus manos, fluyendo bajo su chaqueta. Gime, se muerde los labios, intenta escapar de las manos que lo agarran, se da vuelta boca abajo y con un grito desesperado se agarra a un palo, se da vuelta y con toda la fuerza que le queda en sus manos temblorosas golpea a una de ellos en la cabeza. - ¡Sí, cálmate! Los gritos y las risas son lo único que distingue la cacofonía de los sonidos de Min. Se sacude, patea, golpea algo en el costado y, de un fuerte tirón, arrastra su espalda desnuda por el asfalto. Ya no puede hacerlo. Sus fuerzas lo abandonan lentamente, cada parte de su cuerpo se hunde bajo un peso insoportable, y cae débilmente hacia atrás, con respiración entrecortada y salvajemente entrecortada, mirando hacia adelante, viendo cómo son un número imperdonablemente grande, o es el triple. "Puto pendejo, te persiguieron por seis cuadras". "Joder", el alfa se agacha mientras exhala y mira con curiosidad su pálido rostro. "Nunca en mi vida había conocido a personas tan rápidas". Como era de esperar de Kim y su descendencia. ¿Sí, cariño? Yoongi siente el contraste salvaje de las manos frías en su rostro, porque literalmente está ardiendo por todas partes y está temblando de debilidad en todo su cuerpo. 

Yoongi aparentemente está tratando de responder: dónde puede ir y en qué dirección, pero su voz no obedece, todo en su garganta está seco. - ¿Qué ha pasado? ¿Cansado? "Tu papá", el alfa mira a su alrededor en broma, "¿no parece tener prisa por ayudar?" Pero estamos muy enojados y cansados, ¿Qué crees que te haremos? El Omega se estremece en su corazón y un frío desagradable se arrastra a lo largo de las vértebras hasta la nuca. Es demasiado, simplemente lo mandarán al infierno y está realmente asustado. Continúan de pie, respirando pesadamente y simplemente observan los débiles intentos de retorcerse, rodar hacia un lado y arrastrarse hacia la pared. Alguien se ríe desagradablemente, alguien incluso hace un comentario halagador sobre los débiles intentos del desafortunado, el que le estaba hablando se levanta y vuelve a bajar las piernas, Yoongi cierra los ojos, solloza y vuelve a intentarlo, otra vez, otra vez. Simplemente ríen, juegan y se ahogan. Este es el último intento, y Min se da por vencido, presiona su mejilla contra el asfalto ya mojado, contra su antebrazo, donde está manchada su propia sangre. Ya no puede hacerlo. Ni siquiera puede pedir ayuda porque no hay nadie. Yoongi siente las manos de otra persona sobre él, como si estuvieran comprobando si respira y si es suficiente para sus placeres posteriores. - Hola chicos, ¿Qué tienen de gracioso allí? ¿Te importaría compartir? - la voz de un hombre desde el otro extremo de la calle llega entre fragmentos, Yoongi no tiene idea de lo que está pasando y en qué fase de su condición se encuentra. El agarre en su costado se debilita inmediatamente y cae en la oscuridad total, donde no se oyen voces ni sonidos de la calle lejana. Allí no hay nada más que paz y dolor.