Alena Landam:
Atenea está un poco enfadada.
No es que realmente esté enojada, sólo se encuentra haciendo un pequeño berrinche. Debo admitir que la culpa fue totalmente mía. Incluso si fue un accidente, ahora mi chica es la burla de toda la familia.
Todo debido a que la terapeuta dijo que era buena idea tener un recuerdo de todo aquello que nos hacía sentir bien. Atenea siempre fue más visual, así que no me sorprendió que su manera de guardar emociones fuera tomando fotografías. Su celular está lleno de fotos mía, comiendo, durmiendo, sonriendo, posando con los regalos que me da, mirándola de esa manera inevitable cuando me dice cosas lindas. Ella dice que ama ver mi rostro cuando soy feliz, y ama ver mis expresiones asegurándole una y otra vez que la amo.
Y luego estoy yo, que he necesitado siempre de su voz para permanecer calmada, que no creo en nada más que en ella diciendo que me adora. Sus palabras siempre han sido lo que mayor peso tiene para mí, porque solo lo que dice me afecta o me hace la más feliz. Yo escogí grabar audios, de cosas que ella dice y que me hacen sentir feliz, de palabras suyas que me calman y me hacen sentir que tenemos un futuro. De ahí salió mi costumbre de grabar algunas partes de nuestras sesiones en audio, en un chat sólo para mí, donde puedo escuchar los audios una y otra vez.
Eso nos ayudaba y la terapeuta lo había aprobado.
El problema fue cuando confundí el chat de mis audios con el grupo de la familia.
Mensaje de audio:
— Entonces compraste una casa y le diste las llaves a Alena. ¿Es otro gran y caro regalo?
— No se la regale. Compré una casa para mí, compré una casa a la que ella está totalmente invitada si un día quiere volver a vivir conmigo. La compre porque el antiguo departamento que teníamos juntas está lleno de recuerdos, recuerdos de personas que definitivamente ya no somos. Compre una casa porque si iniciamos será de cero, en una casa nueva y vacía, con mucho espacio para crear recuerdos de quienes somos ahora.
— Es un lindo detalle — la terapeuta le hablaba con suavidad, ella sabe que con Atenea no puede ser del todo dura, que es un poco más complicada de abrirse que yo, pero que lo intenta — mientras tengas en cuenta que el que Alena regrese a vivir contigo puede o no suceder, y si sucede puede tardar mucho tiempo.
— Jamás me importado esperar por ella. Puede ser un mes, un año, dos o cinco, esperare lo que tenga que esperar, a final de cuentas sé que voy a amarla toda una eternidad.
— "Una eternidad" suena a algo fuerte y abrumador, ¿no crees? ¿Cuánto tiempo significa para ti esa palabra?
— No creo que las eternidades tengan un tiempo específico. Si tuviera que medirla sería conforme a los años de vida de una persona. Aquellos que viven 50 años tienen una eternidad más larga que aquellos que solo viven 20. Y si hablamos de mi eternidad, hasta ahora ha durado 25 años, porque eso es lo que he vivido y es lo que mediría mi eternidad si muriera mañana. He amado a Alena toda mi eternidad, he estado a su lado desde que nací, he crecido y aprendido con ella, he descubierto lo que es querer dar lo mejor de ti a una persona gracias a ella. Cuando hablo de amarla toda una eternidad me refiero a toda mi vida, no me preocupa fallar porque hasta ahora sé que he cumplido con esas palabras. La he amado desde que estuve consciente de mi existencia y a partir de ahí, jamás he dejado de hacerlo.
Ese es exactamente el audio que envié al grupo familiar. Para mí son palabras hermosas y dignas de recordar y escuchar una y otra vez. Para nuestras familias era una razón para reírse del otro bando.
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Las tres "L" básicas.
Short StoryDestruiría cualquier lugar del mundo para que no tengas más remedio que quedarte donde estoy yo. Personajes extraidos de "Entendido profesora". Pasa a mi perfil a leer los primeros libros, muchas gracias por tu apoyo.