—¿¡Qué!? —gritó Limhyun, consternado—, ¿Se ha vuelto loco, señorito Jimin? No puede casarse con Kang Minhyuk.
—Te he dicho que he aceptado casarme con él, no que lo haría —le aclaró Jimin—. Sólo he firmado los documentos necesarios para que me preste el dinero y liquide los impuestos antes de salir del pueblo. Una preocupación menos.
—Pues debería preocuparse por Kang —advirtió Limhyun—. Además, ¿no me había dicho que él no podría hacerle nada mientras tuviera en su poder esa confesión firmada?
—Ya no la tengo, Limhyun —aclaró Jimin—. Dejé la confesión en el cajón del escritorio y me olvidé de ella. No contaba con tener que abandonar el rancho tan de repente y estaba demasiado preocupado por Jungkook para pensar con claridad. Habría escondido la confesión en un lugar más seguro si no me hubiera marchado tan apresuradamente. Es culpa mía, no tengo perdón por no haber guardado mejor un documento tan valioso.
—¿Se lo robaron?
—En efecto. La casa quedó vacía. Kang debió de actuar en cuanto supo que yo había abandonado el rancho; antes de que regresaras del fuerte con los vaqueros.
—Razón de más para que no se case con un hombre como él. Intentó comprar las tierras mucho antes de que mataran a su padre e incluso quiso convencerle para que le dejara casarse con usted. Pero el señor Park era un hombre muy listo; sabía que Kang no era trigo limpio y le mandó a freír espárragos.
—Ya te lo he dicho, Limhyun, no es mi intención casarme con Kang. Tengo un mes para encontrar una solución.
—Qué Dios nos ayude si no lo hace —dijo Limhyun, levantando las manos en un gesto de desesperación.
La sospecha de que estaba embarazado se convirtió en certeza a la mañana siguiente, cuando se levantó de la cama con náuseas. Todavía estaba pálido y mareado cuando bajó las escaleras para desayunar.
Limhyun le miró y negó con la cabeza.
—No ha dormido bien, ¿verdad? Tiene un aspecto horrible.
—Estoy bien, Limhyun, no te preocupes.
—Necesita ayuda en los quehaceres domésticos. Pero después de que robaran el dinero de la venta del ganado, los hermanos Consuelo ya no fueron a buscar a su hermana. Le habría sido de gran ayuda en la casa.
—Da igual, no hubiera podido pagarle. —Jimin suspiró con desaliento y cogió las manos de Limhyun—. No sé lo que haría sin ti, Lim. Jamás me había sentido tan solo.
—Yo siempre estaré aquí, querido. Lo superaremos, ya lo verá.
Limhyun sintió la tentación de ir a buscar a Jungkook. Sabía que a Jimin no le gustaría, pero no veía otra solución. El joven pensaba que podría manejar a Kang, pero era como un bebé en sus malvadas manos. Que Jimin se enfadara con él era mejor que permitir que arruinara su vida. Decidió esperar a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos y, si las cosas no marchaban como debían, definitivamente haría algo al respecto.
Sonriendo con aire satisfecho, Kang Minhyuk se acercó al Circle F. Miró a su alrededor y, mientras admiraba la exuberante vista de las montañas con las cimas nevadas, pensó que todo aquello pronto sería suyo. Ya habían pasado dos semanas del mes que le había concedido a Jimin. Otros quince días más y poseería cada acre de aquellas tierras que llevaba tantos años codiciando, y también a Jimin. En esa ocasión Jeon Jungkook no podría detenerle. Iba a hacer realidad su sueño de poseer el rancho más grande de Montana. Le había echado el ojo al Circle F incluso antes de abrir el banco, pues eran las mejores tierras de la zona. Según atravesaba a caballo el portón de entrada, iba imaginando al ganado con su marca grabada engordando en aquellos pastos.
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HEART'S SECRET -KOOKMIN-
FanfictionCon una bala alojada en la espalda y una partida de vigilantes siguiéndole el rastro, Jeon Jungkook se esconde en el primer sitio que encuentra antes de perder el conocimiento: un destartalado rancho en medio de la nada. Cuando se despierta está sie...