Hyori miró a Seokjin. Su expresión la asustó y pensó que era bueno no tener que vivir bajo el mismo techo que un hombre tan enfadado, sin embargo no le sorprendía que estuviera molesto. Youngjae también se comportaba así en algunas ocasiones; aunque solía mantener bajo control su brutalidad, a veces, cuando... Negó con la cabeza sin permitir que aquellos desagradables pensamientos inundaran su mente. Si se negaba a pensar en ello, casi podía llegar a creer que Jeon Jungkook era realmente el padre de su hijo.
—No me importa que Seokjin no quiera vivir conmigo. Mi bebé tendrá el apellido igualmente. —Miró a Youngjae como si buscara su aprobación, que él le ofreció con una amplia sonrisa.
—Bueno, ahora nos quedaremos aquí sentados a esperar al reverendo. El nuevo señor Jeon y Taehyung serán los testigos y yo entregaré a mi hermana en ausencia de mi padre.
—¿Qué opina tu padre de todo esto? —preguntó Seokjin con curiosidad—. Se tiene que haber dado cuenta de que Hyori está en estado.
—El viejo está demasiado débil para darse cuenta de nada —se burló Youngjae—. Se cree todo lo que le decimos. Ayer le mencioné que Hyori pronto obtendrá un padre para su hijo y pareció quedar conforme.
—Qué conveniente para ti, ¿verdad?
—¡Maldita sea! Los Jeon os consideráis mejores que los demás ¿verdad? Pero da igual, de cualquier manera, mi hermana llevará vuestro apellido. Y, si yo fuera tú, me quedaría con ella. Una vez que nazca su pequeño bastardo, podrías encontrarle alguna utilidad.
—Si no estuviera en juego la vida de Jungkook, os echaría de aquí a patadas —gruñó Seokjin, conteniendo por los pelos su temperamento. Estaba a punto de volverse loco y no sabía cuánto tiempo lograría mantener los puños alejados de la cara de Youngjae.
Procurando relajar un poco la explosiva atmósfera, Jimin intentó que Seokjin se sentara y se relajara. Pasarían por lo menos dos horas antes de que Taehyung regresara con el reverendo.
—Tengo cosas que hacer —dijo Seokjin, dirigiéndose a la puerta—. Atiende a nuestros invitados, Jimin.
—¡No se te ocurra largarte de aquí! —le gritó Youngjae.
—No irá a ningún sitio si es la vida de su hermano lo que corre peligro —dijo Jimin—. Será mejor que tomemos un café mientras esperamos.
Dos horas después, Taehyung regresó con el reverendo Purdy, un hombrecillo medio calvo con pequeños ojos redondos y la nariz bulbosa. Venían acompañados de otro hombre.
Al reverendo Purdy le esperaban todos, a Jang Riley, no.
—Quería que Jang oyera la verdadera historia de una vez por todas, así que lo he traído para que escuchara lo que tenía que decir Hyori —dijo Taehyung tras invitar a los hombres a entrar en la casa.
—No hasta después de la boda —recordó Youngjae—. Vamos, no perdamos más tiempo, ¿reverendo?
—¿Dónde está el novio? —preguntó Purdy con ansiedad. Jeon Taehyung le había pagado en efectivo para que no hiciera preguntas sobre aquella extraña petición. Y era más dinero del que había visto en mucho tiempo. No imaginaba por qué Hyori había cambiado de hermano, pero le habían pagado y él mantendría la boca cerrada. Su trabajo era salvar almas, incluso aunque éstas estuvieran más allá de la redención divina.
—Aquí estoy, reverendo —dijo Seokjin, entrando en la sala—. ¿Comenzamos?
El reverendo Purdy miró el semblante de Seokjin y se puso pálido. Se aclaró la garganta ruidosamente.
ESTÁS LEYENDO
HEART'S SECRET -KOOKMIN-
FanficCon una bala alojada en la espalda y una partida de vigilantes siguiéndole el rastro, Jeon Jungkook se esconde en el primer sitio que encuentra antes de perder el conocimiento: un destartalado rancho en medio de la nada. Cuando se despierta está sie...