HEART'S SECRET -KOOKMIN-

CAPÍTULO 10

En cuanto volvieron a casa por la tarde, Jungkook salió a buscar a Lim. El anciano estaba en el establo, reparando los arreos.

—¿En qué estado se encuentra el barracón de los vaqueros, Lim?

Sorprendido por la pregunta, el vaquero le observó fijamente antes de responder.

—No está mal, ¿por qué lo preguntas?

—Espero poder contratar a algunos hombres en un par de días. A partir de entonces las cosas marcharán un poco mejor.

—Vaya, ¡que me aspen! Bien hecho, Jeon. Jamás pensé que viviría para ver el día en que el Circle F estaría en buenas manos. ¿Cómo lo has conseguido?

—Conocí a Minho Kwon en la ciudad. Se mostró dispuesto a reunir a algunos vaqueros para el rancho y los acompañará aquí en unos días. Le ofrecí el puesto de capataz en el acto.

Nam pareció sumirse en sus pensamientos.

—Kwon es un buen hombre. No quería irse cuando lo hizo, pero nadie puede trabajar sin cobrar. Se quedó más que los demás, pero al final se marchó cuando le ofrecieron otro trabajo.

—Me pareció de confianza. Espero que no tenga problemas para encontrar vaqueros.

—No es mi intención ser curioso, pero ¿cómo planeas pagar los salarios? Sé que el señorito Yoongi no tiene dinero.

—Pero yo sí —dijo Jungkook—. Les he escrito a mis hermanos pidiéndoles que me envíen una carta de crédito. En cuanto vendamos las reses al ejército, Jimin volverá a disfrutar de una situación económica holgada.

—Espero que encontremos suficientes reses para cumplir el contrato. ¿Qué sucede con Kang y la hipoteca?

—Estoy en ello.

—Tengo que reconocértelo, Jeon, estás portándote muy bien con el señorito Jimin. No lo pensé después de ver la manera en que te obligó a casarte con él.

—Admito que eso no me gustó nada. Siempre he pensado que las mujeres y donceles por igual no traen más que problemas y Jimin no me ha hecho cambiar de opinión. En cuanto lo ayude y considere que estamos en paz por haberme salvado la vida, me iré. No soy de los que se casan.

—Jimin ya sabe todo esto. No intentará retenerte llegado el momento de que te marches. Sólo quiero pedirte una cosa: no le hagas daño. Es un joven inocente. Espero que lo dejes en las mismas condiciones en que lo conociste.

Jungkook observó la cara arrugada de Lim, sorprendido por lo protector y leal que el anciano se mostraba con su patron.

—Tendré en cuenta tu petición.

Limhyun le sostuvo la mirada, preguntándose cómo terminaría todo aquello. El señorito Jimin le preocupaba mucho. Sabía que le estaba cogiendo cariño a Jungkook Jeon y que éste era un hombre que no quería saber nada del amor. Lim ya había advertido al joven de que su plan podía tener efectos no deseados, pero Jimin había hecho oídos sordos a sus consejos. No se requería demasiada capacidad de observación para darse cuenta de que cuando estaban juntos estallaban fuegos artificiales, pero sería Jimin quién quedaría más afectado cuando Jungkook se fuera.

Tres días más tarde, apareció Minho Kwon por el Circle F acompañado de siete hombres; algunos eran jóvenes y otros más viejos, pero todos parecían tener experiencia.

—Aquí estoy, señor Jeon, tal y como le prometí —dijo Minho cuando Jungkook salió de la casa para saludarle.

—Ya veo. Presénteme a estos hombres.