China.

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Gustavo...

Ya estaba en el boliche junto algunos amigos, tomábamos de todo un poco, la verdad la estabamos pasando bien, aun que yo tenia la idea de hacer otras cosas aparte de convivir con amigos, le avise a estos que iria por algo de beber, me levanté del sillón en el que estaba y me dirigi a la barra, no iba a pedir algo para tomar, me iba a fijar en algún chiquilla, habían algunas muy atractivas, por un lado estaban las que eran medias reservadas, mientras que por el otro estaban las locas, esas que llegaban a tener la falda de collar de lo subida que la tenían.

A mi me gustaban más las reservadas, las de casita. Las locas se exponían mucho y eso hacia que su sensualidad se perdiera, sus ropas tan exhibicionista perdía la gracias de imaginar que había debajo de las prendas. Las calmaditas eran bien vestidas, ellas daban espacio a la imaginación, la mayoría transmitía sensualidad en gestos sutiles para nada exagerados, de esas quiero yo.

Después de estar mirando por un rato, mí mirada quedo plasmada en una chica de pelo negro y largo, podia notar que tenia flequillo y unos rasgos muy llamativos, la luz la apuntaba, algo de ella podia ver. Me acerque un poco para verla mejor, trataba de disimular pero mucho no me salia, la muchacha era muy blanca, ojitos tristes y medios achinados, su cara muy fina, preciosa... Su ropa era una maravilla, una remera de cuello largo, una chaqueta de cuero y pantalones de un blanco impecable. Su maquillaje era medio piola, un delineado no muy grande, pero lo que más destacaba era el labial que llevaba, era más rojo que el mismo color. ¿Que clase de mujer era esa? Exótica total, es divina, yo quiero algo con esa china.

Al parecer estaba sola, aproveche para acercarme y hablarle, no la iba a perder, muchas asi no hay.

- Que tal... - dije, una vez estando frente a ella.-

- Hola..? - me sonrió, devolví el gesto, sonriendo como bobo-

- Te invito algo, lo que vos quieras. - meti las manos al bolsillito de mi abrigo para sacar de este dos cigarrillos.-

- Que lindo que es tu pelo. - dijo repentinamente, mi mirada se dirigio rápidamente a ella, deteniendo mí intento de sacae los cigarrillos, el bolsillo era pequeño y medio estrecho, me re costaba.-

- Vos decís?? Esta todo desaliñado.

- Tiene espirales, debés de tener mucho en la cabeza, es lo que pienso de los rizados.

Me enamore, presiento que su forma de pensar y ver las cosas es como la mia, ahora necesitaba saber todo de ella, espero y me deje loco.

- Cual es su nombre, bella dama? -pregunte, sacando de una vez los cigarros del maldito bolsillo, ella solto una risita, yo extendi mí mano, ofreciéndole el pucho, ella lo tomo.*

- Meng Yao. -ella se acercó un poquito más a mi mientras sacaba de su chaqueta un encendedor.-

- Sos de acá? -pregunte, ella nego con la cabeza, tomo mi mano en la que tenía el pucho y lo encendio, encendio más que solo el pucho, encendio todas mis hormonas, pelos, piel, ropa... Todo!

- China. -se acercó más a mi y me sonrio, estábamos muy cerca uno del otro, ella olia muy bien, que ganas de tomarla y drogarme con su olor.- ¿Gustavo? -susurro, sacándome del cielo.-

Como sabia mi nombre esa china?? Que yo recuerde jamas se lo dije.

- Ya me conocías vos?

- Te he visto tocar muchas veces aca, me gustas mucho, tu música igual, obvio.

Me esta matando... ¿¿como jamas la vi??

- No recuerdo haberte visto antes, pero ahora... Te vi desde el fondo, quede atrapado con semejante belleza. -le di una calada al cigarrillo, lo tenia ahí ya muriendo.- ahora que te tengo más cerca debo admitir que me estas matando... -susurre, soltando una risita, liberando una larga bocanada.-

- La última vez que te vi... Estuviste con medio bar, estaba esperando a que vinieras por mi. -dijo sarcástica, la mire fijamente, si la hubiera visto... no hubiera dudado ni un segundo en acercarme a ella y hacer todo lo que me pidiera.-

Nos estuvimos mirando un buen raro, no era incómodo, era... provocativo, atractivo, me parecia que ambos estabamos luchando por no caer en el impulso de besarnos, era muy pronto, apenas nos conocíamos.

Hablamos mucho, teníamos bastante en común, ella me conto que su padre tenia un buen trabajo en China y gracias a las ganancias de su padre ella pudo venir a estudiar aca a Argentina, venir a estudiar aqui siempre le hizo ilusión.

Su cumpleaños era el once de agosto, mori por dentro cuando me dijo, nos reimos un montón al respecto. La hora se paso rápido, pero fueron horas maravillosas.

- Me das tu número? -pregunte, ella asintió.-

Nos separamos de donde estábamos, fuimos en busca de algun lapiz, boludo yo que se me olvidó, jamás salgo sin lápiz. No fue difícil conseguir uno, pues casi todos en el boliche veníamos con el mismo propósito: conseguir el número de alguna chica o chico.

Yao tomo mi mano y escribo su número telefónico, una vez que termino, le devolvió el lápiz a su respectivo dueño. Le dije a Yao que tenia que irme, mis amigos estaban haciendo algunas señas, llamándome para irnos, yo era el del auto, tenía que irme si o si, pues yo me habia comprometido en dejar a cada uno en sus hogares. No queria irme. Sali del boliche junto a ella, nos escondimos un poquito, nos teníamos que despedir bien, me acerque lo suficiente a ella como para besarla, tome su cuello y la bese, ella siguió aquel beso, se sentía bien, sus labios eran suaves pero a la vez ásperos, era interesante.

Nos separamos por falta de aire, nos invadió el calor, necesitaba más y más, ella me miro a los ojos, solto una risa y beso mí mejilla, dejando su beso marcado por ese labial que tanto habia llamado mi atención.

Ella corrio devuelta al interior del bar, alemnos tenia su número, podria llamarla cuando quiera.

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Yiop después de este cap 🗣️‼️

Yiop después de este cap 🗣️‼️

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𝙎𝙖𝙡𝙞 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙫𝙚𝙧...•° | ✯ [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora