📚Próximo Libro: Sin Reservas

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Todo aquel casamiento era una locura. Amaba a mi madre pero no estaba de acuerdo del modo en que se llevaba a cabo todo. ¿Pero qué pasaba? Era honesta y por eso mismo me consideraban loca. Ni siquiera Loreley, mi propia hermana, estaba de mi lado... ¡traidora!

Y el único modo de poder refugiarme de todo aquel descontrol era mi trabajo, así que me escondí en la cocina; necesitaba poder aceptar que mi madre se casaba con un hombre mucho menor y no era porque estuviese transcurriendo una etapa de pseudo-adolescente. Bueno, eso era lo que me estaba queriendo hacer creer.

— ¡Ana! —oí que me llamaron, pero ni siquiera me molesté en levantar el rostro para saber quién era. Conocía demasiado esa voz y el tono de reproche— Luana, ¿Quién era ese chico con quien hablabas, y qué infiernos haces trabajando? —me gruñó mi mejor amiga al verme cuando entró a la gran habitación; no sé si estaba más ofendida porque me encontraba en la cocina dando órdenes o si era porque hablé con alguien que no le dije.

— Sé más específica, he hablado con muchos —me quejé yendo y viniendo, revolviendo cosas, cortando verduras y acomodando los utensilios. Ella me miró con la soberbia de toda actriz cuasi narcisista, y le sonreí inevitablemente.

— Alto, rubio, ojos claros, trajeado. Parece hijo perdido de Jax Teller y Christian Grey —agregó Tania, distrayéndose un segundo al encontrar su reflejo en una bandeja reluciente. Evité poner los ojos en blanco, solo para demostrar cuan madura soy.

— No creo que sea físicamente posible que ambos tengan un hijo... sino, que te lo diga mi hermana —respondí con tono de queja. Sus ojos negros se oscurecieron aún más si es que eso era posible, pero toda la coraza de malignidad se desvaneció cuando Wayne se unió a nosotras.

— ¿Qué hacen aquí que no están en la fiesta? —nos preguntó lleno de entusiasmo. Aquella noche, él era un metro ochenta de puro estilo y encanto, manteniendo ese estilo rebelde de siempre.

Como usualmente sucede, Tania me echó la culpa a mí, y volví a quedar como la mala de la película. Por su parte, Wayne meneó la cabeza para arrastrarnos a regañadientes a la fiesta, pero al ver a mi mejor amiga, supe en su mirada que el tema con el hijo de Jax y Christian no había terminado, pero es que tampoco había mucho que explicar, ¿o sí?

Sin Anestesia (SA #1) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora