Capítulo 24

794 41 1
                                    

Miro a mi alrededor mientras la fiesta alcanza su punto álgido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miro a mi alrededor mientras la fiesta alcanza su punto álgido. La música está a todo volumen, la gente baila y ríe, y yo estoy aquí de pie, con la entrepierna más ajustada que nunca, observando a Bianca moverse con Lando.

Es difícil apartar la mirada de ella, con su cabello rubio ondeando al ritmo de la música y su cuerpo moviéndose con gracia. Maldición, cómo desearía estar yo en lugar de Lando en este momento.

Intento mantener la compostura, pero por dentro estoy ardiendo de celos y deseo. Sé que no debería sentirme así, pero no puedo evitarlo. Bianca es una tentación irresistible, y verla tan cerca de otro hombre me hace querer arrastrarla lejos de aquí y tenerla solo para mí.

Mientras los observo moverse juntos, mi entrepierna parece tener vida propia, palpitando con cada pensamiento sucio que pasa por mi mente. No puedo evitar fantasear con arrastrar a Bianca lejos de Lando, llevándola a un rincón oscuro y exprimiendo cada gemido de placer de su boca.

Me imagino su cuerpo retorciéndose debajo del mío, sus uñas arañando mi espalda mientras la penetro con fuerza una y otra vez. Quiero escucharla gritar mi nombre, quiero sentir su calor envolviéndome mientras me sumerjo más y más profundo en ella.

Es una lucha entre la razón y el deseo, pero en este momento, el deseo está ganando la batalla. La necesito de una manera que va más allá de lo físico. Quiero poseerla, marcarla como mía, dejar mi huella en cada centímetro de su piel.

Y si no puedo tenerla así esta noche, me aseguraré de que la próxima vez que estemos juntos, no haya nada ni nadie que nos detenga.

Sigo sentado, con la entrepierna tan dura como una roca, imaginando cada movimiento lascivo que haría con Bianca si tuviera la oportunidad. Mi mente está llena de pensamientos obscenos, de deseos carnales que claman por ser satisfechos.

La visión de su trasero balanceándose despierta un fuego dentro de mí que arde con una intensidad abrasadora. No puedo contener mis pensamientos, ni quiero hacerlo. Esta noche, Bianca será mía en todos los sentidos posibles, y nada ni nadie me detendrá.

Mi mente está tan embebida en fantasías desenfrenadas que apenas noto cuando alguien se acerca. Es Max, con una sonrisa burlona en su rostro.

-¿Te gusta lo que ves, amigo? -me pregunta, con un tono de complicidad.

-Ya te gustaría saberlo -respondo, tratando de mantener la compostura mientras desvío la mirada hacia otro lado.

Él se ríe, como si hubiera captado mi deseo reprimido.

-Bueno, si necesitas una escapada, tengo una amiga aquí que estaría encantada de hacerte compañía.

Su sugerencia me hace fruncir el ceño. No necesito la compañía de ninguna otra mujer esta noche. Solo tengo ojos para Bianca, y nada más importa.

-No, gracias. Estoy bien -le digo, tratando de sonar convincente.

Max me da una palmadita en el hombro antes de desaparecer en la multitud. Sus palabras se desvanecen en el bullicio de la fiesta, pero la imagen de Bianca sigue grabada en mi mente, alimentando mi deseo con cada movimiento seductor que hace.

RED LOVE - CHARLES LECLERCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora