Capítulo 6

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—No creo que sea buena idea —insisto, mirando a Mason con preocupación

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—No creo que sea buena idea —insisto, mirando a Mason con preocupación.

—¿Por qué no? Llevas todo este mes trabajando y yo tengo que marcharme a América por el mundial. Ve con tus amigos, Bianca, hace mucho que no estás con ellos —me anima, con una sonrisa tranquilizadora.

La propuesta de viaje de Naia sobre hacer un viaje de una semana por Italia aprovechando un pequeño parón que tenían los chicos antes del triplete de verano había aparecido en mi móvil esta mañana. Sus mensajes estaban llenos de emojis emocionados y planes tentadores, pero algo en mi interior me hacía dudar.

—Lo sé, pero... —comienzo, buscando las palabras adecuadas para explicar mi reticencia.

—Pero nada, amor. Te lo mereces. Tómate un descanso, diviértete con tus amigos. Estaremos bien aquí, ¿no, Juliette? —dice Mason, dirigiéndose a nuestra hija, quien juega en el suelo con sus juguetes.

Nuestra hija levanta la mirada y sonríe, asintiendo con entusiasmo.

—Ves, incluso Juliette está de acuerdo —añade, con una risa cálida.

Me quedo en silencio por un momento, sopesando las opciones en mi mente. Finalmente, con un suspiro resignado, asiento con una sonrisa forzada.

—Está bien, iré. Pero volveré antes de que te vayas al mundial —accedo. Mason me abraza  y me besa en la frente.

La palabra "organización" nunca fue precisamente el punto fuerte de mis amigos. Naia me había advertido que tenía que estar en el aeropuerto de Nápoles esa misma tarde, donde un coche me recogería para llevarme a la villa donde nos hospedaríamos. Parecía una instrucción sencilla, pero con ellos nunca se sabía.

Llegué al aeropuerto de Nápoles con un poco de antelación, lo que me permitió observar a la gente mientras esperaba. Esperé donde Naia me indicó y unos minutos después un Ferrari apareció delante de mí, con Carlos asomando por la ventana del conductor.

Mientras el coche se ponía en marcha, devolví el abrazo de Carlos con entusiasmo, sintiéndome emocionada por el viaje que nos esperaba. Rápidamente, tomó el volante y comenzamos nuestro trayecto hacia la villa que habían alquilado para los próximos días. 

El viento jugueteaba con mis cabellos mientras observaba el paisaje mediterráneo pasar velozmente por la ventanilla del coche, llenándome de una sensación de libertad y felicidad.

La villa desde fuera era increíble. Una mezcla perfecta de lujo y estilo italiano. Desde afuera, parecía sacada de una película. Con esas paredes de piedra y esas ventanas grandes. Las vistas eran impresionantes, con el mar Mediterráneo extendiéndose frente a nosotros y las montañas como telón de fondo. 

El sol brillaba sobre las terrazas y el jardín estaba lleno de flores coloridas. Era el tipo de lugar que te hace sentir como si estuvieras en un sueño.

RED LOVE - CHARLES LECLERCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora