Capítulo 36

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Había pasado toda la noche al lado de Charles pero todavía no había despertado

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Había pasado toda la noche al lado de Charles pero todavía no había despertado. 

El médico había vuelto hacía unas horas, asegurándome que la anestesia ya había desaparecido por completo de su sistema. Ahora, solo quedaba esperar a que decidiera regresar a la realidad.

Me encontraba sentada en la misma silla al lado de la cama, con la mirada fija en su rostro. Sus respiraciones eran tranquilas y regulares. Sabía que estaba en buenas manos, pero aún así la incertidumbre me pesaba.

Aunque no tenía hambre, sabía que necesitaba, aunque fuera, beber algo, así que esperando que no se despertara hasta que yo volviera, para que al hacerlo no estuviera solo, salí hacia la cafetería a por una café.

—Pierre —dije al verlo sentado en una de las sillas del pasillo.

—Ey —su voz era un murmuro, pero lo escuché.

Me senté a su lado, olvidándome por un momento del café.

—¿Cómo estás? —pregunté.

—Eso debería preguntártelo yo a ti.

Negué con la cabeza. Esta situación era una mierda.

—El médico a dicho que está estable —expliqué.

—Odio esta parte de este deporte —dijo pellizcando su nariz para no llorar—. Ya perdí a un amigo hace tiempo, no puedo perder a Charles.

Compartía su miedo, su dolor, su desesperación. No sabía qué decir para consolarlo, porque también me sentía igual de impotente ante la situación.

Pasé una mano por su espalda en un intento de ofrecer algo de consuelo, aunque sabía que no podía borrar el dolor que ambos sentíamos en ese momento.

—Lo sé —susurré, dejando que nuestras palabras se perdieran en el silencio compartido—. Pero se va a recuperar.

Estuvimos un rato en silencio, hasta que preguntó si podía entrar a verlo. Yo asentí, y mientras fui a por mi café. Necesitaba estar despierta en todo momento.

Cuando regresé con mi café en mano, me quedé en el pasillo, dándoles su espacio. Recordé los días en que eran inseparables, compartiendo risas y sueños, y me sentí abrumada por el peso de la culpa. 

Sabía que la relación entre ellos se había visto afectada por mi presencia en la vida de Charles, y me pesaba el corazón saberlo.

RED LOVE - CHARLES LECLERCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora