A medida que el cumpleaños de Alex se acerca, Bianca siente el peso del regreso a Mónaco después de cuatro años. Es un viaje que no esperaba hacer, pero la vida la ha llevado de vuelta a su tierra natal, donde vivió momentos de felicidad y dolor. Fu...
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Después de esa noche, vi a Charles un par de veces hasta que salió del hospital. Me había obligado a mantener las distancias, recordando lo que me esperaba en casa.
De vuelta en casa en Manchester, me siento como si estuviera pasado por una montaña rusa emocional. Estoy agotada, emocionalmente, físicamente, mentalmente, ¡todas las "mentes" que puedas imaginar! Ver a Charles en el hospital, preocuparme por él, lidiar con mis propios sentimientos confusos... todo ha sido una locura.
Y ahora estoy aquí, en casa, tratando de volver a la normalidad. Pero ¿qué demonios es la normalidad después de todo lo que ha pasado? No tengo ni idea. Estoy tratando de mantenerme ocupada, de concentrarme en mi trabajo, en mi vida, en Mason. Pero cada vez que cierro los ojos, lo único en lo que puedo pensar es en Charles y en todo el desastre que hemos causado.
¡Es como si estuviera atrapada en una telenovela de mala calidad, pero sin los comerciales! No puedo creer lo complicada que se ha vuelto mi vida en tan poco tiempo. Todo lo que quiero es que las cosas vuelvan a ser simples, pero parece que eso está más allá de mi alcance en este momento.
Cada vez que veo a Mason, tengo que tragarme la culpa y la ansiedad. Me mira con esos ojos llenos de confianza, y me hace querer gritar de frustración. ¿Cómo puedo seguir adelante con esta farsa? ¿Cómo puedo seguir fingiendo que todo está bien cuando sé que estoy siendo una completa desgraciada?
Y luego está Charles, siempre acechando en el fondo de mi mente. Ni siquiera puedo escapar de él en mis propios pensamientos. Me persigue como una sombra, recordándome constantemente lo que hemos compartido y lo que he perdido.
No sé cómo llegué a este punto, pero aquí estoy, atrapada entre dos hombres que significan el mundo para mí, de una manera u otra. Y lo peor de todo es que no puedo evitar sentirme responsable de todo este desastre. Si tan solo pudiera retroceder en el tiempo y tomar decisiones diferentes, tal vez no estaría en esta situación. Pero supongo que no hay uso en lamentarse por lo que ya pasó.
Lo único que puedo hacer es enfrentar las consecuencias de mis acciones y tratar de hacer lo correcto a partir de ahora. Pero eso es más fácil decirlo que hacerlo, especialmente cuando no tengo ni idea de qué es lo correcto en esta situación. ¿Debería decirle la verdad a Mason y arriesgarme a perderlo? ¿O debería seguir mintiéndole y esperar que todo se solucione por sí solo?
No hay respuestas fáciles aquí, eso es seguro. Solo puedo tomar las cosas un día a la vez y esperar que al final todo se resuelva de alguna manera. Pero mientras tanto, estoy atrapada en este torbellino de emociones, sin saber cuál será el desenlace final. Y francamente, me está volviendo loca.
Mason entra en el salón con Juliette en brazos, y no puedo evitar que una sonrisa se forme en mi rostro al verlos. Es como si un rayo de sol hubiera entrado en la habitación, iluminando todo a su paso. Juliette ríe a carcajadas, sus pequeñas manos agarrando los mechones de pelo de Mason mientras él la alza en el aire.
