☆Capítulo 28 - No pienso continuar sin ellos

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El navío monstruoso que flotaba en los cielos contemplaba el caos en el mundo de los muertos, una guerra que parecía no tener fin entre los residentes y los invasores comandados por aquel que busca erradicar hasta la última luz

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El navío monstruoso que flotaba en los cielos contemplaba el caos en el mundo de los muertos, una guerra que parecía no tener fin entre los residentes y los invasores comandados por aquel que busca erradicar hasta la última luz.

Muerte_ Ya han desolado treinta mundos muertos, si tú objetivo es acceder al cincuenta, te decepcionarás...

Sostenía con firmeza la hoz, las grietas en sus huesos producto de la batalla no lo detendrían de seguir enfrentando al causante de la alteración del orden natural de ese mundo.

Lich_ Te equivocas, no es el mundo muerto número cincuenta lo que quiero, voy a arrasar con la existencia de todas las almas que residen en esta dimensión.

Explicó de forma tranquila ante él, como si la destrucción a su alrededor no importase.

Muerte_ Debes saber que eso no tiene sentido, en algún momento volverán aquí.

Lo atacó con furia, queriendo cortarlo a la mitad con su hoz, pero el Lich ya había previsto el ataque y se movió lejos de él aún sin atacar.

Lich_ Vuelves a equivocarte muerte, para que regresen aquí, tú noviecita tiene que hacer el trabajo, escoger quién se va a dónde, y ya sabemos lo perfeccionista que es, con tanto trabajo, me dará tiempo de llegar hasta ella.

La muerte contrajo sus pupilas fantasmales lo más que pudo, perplejo ante tal respuesta.

Muerte_ Si le pones una mano encima a la diosa vida...

Apretó con fuerza la hoz.

Lich_ ¿Que?, ¿Me matarás?.

Lo provocó con un tono burlón, antes de que uno de sus huesudos brazos cayera al suelo, destazado por la hoz de la muerte.

Muerte_ ¡Tú nunca podrías derrotarla!, no puedes matar a la vida.

Otra estocada de la hoja quiso herir al Lich de gravedad pero fué detenida por su única mano, comenzando un forcejeo que aumentaba la tensión cara a cara.

Lich_ Por fin tienes razón, muerte, soy conciente de que mi plan terminaría allí, si no fuera porque tú me haz dado la solución.

La lucha de contra fuerza era feroz, pero las palabras del Lich eran lo que más desconcertaba a la muerte.

Muerte_ ¿A que te refieres?...

Lich_ Sé de tú pequeño crímen, ese crimen llamado Junior, si consigo su cuerpo podré eliminar a la vida, estoy seguro de que el hijo de la vida y la muerte no puede morir a manos de sus propios padres.

"Recomenzar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora