𖦹. ghost of my body

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Hacía ya unas semanas que la casa estaba apagada. Y no era por la luz, sino por la falta de palabras.
Por la falta de comunicación, de horas de hablar sin sentido con tal de estar con la otra persona, de horas de risas y de momentos que recordarían con amor cuando mirasen al pasado.

Hacía ya unas semanas que las cajas se llenaban y los armarios se vaciaban.
Las ropas de temporada ya no estaban y Sunghoon solo vestía lo que quedaba, aún siendo inadecuado con el frío que comenzaba a llenar la casa.

Hacía ya unas semanas que la historia de ambos había terminado.
Meses y años que parecían no tener final habían terminado y ninguno sabía por qué, pero ninguno quería repararlo.
Ambos sentían que no serviría de nada intentar hablarlo si ninguno de los dos quería continuar con lo que alguna vez fue su relación perfecta.

Mirando al pasado, nunca pareció haber problemas entre los dos. Era una relación de respeto y amor mutuo, en la que ambos tenían su propio espacio en el que habían decidido convivir juntos, aún teniendo momentos de paz propia y sin nadie más.
Pero nadie los vió nunca demasiado juntos. Cada uno seguía su propio horario y solamente hablaban para lo necesario.

Ellos estaban bien así, sin embargo. Nunca tuvieron problema en no verse durante horas, incluso días, o no hablarse para nada más que aclarar temas de la casa. Era su manera de sobrellevar la relación y no les afectó.

O quizás si. Quizás a Sunoo le afectaba la poca compañía que había en casa por la falta de su amante, cuando por semanas tenía que viajar lejos.
Quizás Sunoo esperaba una relación como en los cuentos que su madre le contaba de pequeño antes de ir a la cama, pero fue demasiado tímido cuando conoció a Sunghoon para explicárselo y solo se adaptó a las circunstancias.
Quizás esperaba algo más que un saludo por la mañana y un abrazo por la noche, algo más que una pequeña charla cuando sus horarios coincidían y podían verse en las comidas, y algo más que unos mensajes para recordarle que seguía ahí.
Se sentía mal pensando en aquellas cosas, pero no podía seguir viviendo en una relación que parecía, aún durmiendo en la misma cama, a distancia.

Las palabras que se intercambiaron aquel día no fueron demasiadas, solo se dijo lo necesario y desde aquel momento nadie habló más, no se volvió a escuchar una voz en la casa.
El silencio se apoderó y el vacío fue cada vez más grande una vez que Sunghoon, dejando su llave en la mesa, se marchó con sus cosas y no volvió.
Fue la última vez que Sunoo lo vió, y nisiquiera pudo sentirse mal.
No sentía que era una persona querida, no sentía como si acabase de perder a la persona con la que había convivido tantos años en su vida. Nisiquiera se sentía él mismo.

La casa se llenó de fantasmas. Lo que llegó a ser una relación duradera y llena de amor ahora solo era el fantasma de lo que pudo llegar a ser. De lo que ambos pudieron llegar a ser juntos.
El ambiente dejó en Sunoo –o lo que era el "nuevo Sunoo", después de convivir con su fantasma– una marca que, inconscientemente o con consciencia de ello, le hizo marcharse de casa y no volver más.

Con semanas de diferencia, diferentes personas dejaron su llave en la mesa y se marcharon con sus cosas, cerrando la puerta y no volviendo más.
Dejando la casa llena de los fantasmas de sus pensamientos.

★ ˙ ︴mixxed up Donde viven las historias. Descúbrelo ahora