Capítulo 19

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Vacaciones de Lucia. Semana 18 Miércoles 31 de diciembre

La morena se encontraba en su habitación viendo hacia el techo. Odiaba esa mancha en el techo. Es un recordatorio constante de como no usar estuches de discos bañados en salsa para efecto "llameante".

Nunca antes había prestado atención suficiente sobre sus latidos. ¿Eran normales? Seguramente no. Ha acompañado a su madre al hospital, hizo mandados, cuidó a Luz, ha ido a trabajar y se ha encargado de la casa. Luz ayuda bastante estando quieta, pero Lucia al haber sido tan poco cooperadora en las actividades hogareñas, está abatida, no físicamente, sino mental.

Su madre puede morir. Lleva unos años ignorando los quistes. Precisamente desde que Lucia se encontraba en primero de secundaria y Luz seguía a mediados de primaria. La razón, la de siempre, dinero. Ni siquiera se ha arriesgado a que le tomen alguna biopsia. Solo se encuentra en terapias de plantas de baja cantidad de estudios de utilidad. Incluso cada noche reza y Lucia le ha acompañado a su lado... Necesita toda la ayuda que sea posible o como mínimo, le haga sentir tranquila momentáneamente...

Solo han pasado unos días, su madre sigue con vida, pero la morena cree que no podrá con más, que necesita más tiempo para estar lo suficientemente preparada para el peor escenario. Y anda ansiosa. ¿Cuánto tiempo pasará para que aparezcan quistes en ella o en Luz? La pubertad ya fue complicada con esos problemas de los que Camila decidió no hablar mucho y solo tranquilizarla.

Ovarios poliquísticos. Hay demasiado que desconoce de ellos. La información al respecto llega a ser confusa si no sabes buscar, y ella no sabe, o más bien desconfía de todo. Pues no es lo mismo el síndrome, que simplemente tenerlos, y a que se vuelva un enorme problema... Y no es lo mismo que suceda en una pubertad acelerada, que en una promedio, ni en la adultez, ni cerca de la menopausia

La morena cierra los ojos lentamente. Su corazón pulsa casi cerca de lo que lo hace cuando haces esfuerzos para cargar objetos pesados o caminas animadamente de un lado a otro feliz en la escuela o tu casa o la calle... Pero ella lleva rato en cama... No es normal. No está bien. Está muy estresada.

Su madre se encontraba en la sala con Luz viendo la tele y jugando un poco. Así que puede descansar unos segundos...

¿No?

...

Su celular suena en una notificación personalizada muy especial. Es el tono que le puso a Wiona y aunque la pelinegra nunca le habla para invitarla a salir a algún sitio a divertirse o decirle algún "Gracias por ser la mejor amiga de la existencia", y más bien le habla para exigirle hacer trabajos riesgosos de mala manera. La morena la adora y no pierde la esperanza de que algún día Wiona revele ser millonaria y que todos estos años solo probó que la amistad de Lucia era legitima para compartir sus riquezas.

La morena toma su celular y abre el mensaje...

¡¡La espera había sido un éxito!!

- Voy a la pista de hielo. ¿jalas?

¡SIIII! ¡SI,SI,SI,SI,SIII!

¡Sabía que algún día Wiona no solo le dejaría acompañarla sin rogar, sino incluso invitarla directamente! ¡Los sueños se cumplen! ¡Está así de cerca de compartir sus riquezas y mantenerla!

- ¡SI, ACEPTO! – Contesta como si fuese pregunta al padre en el casamiento.

Lucia corre hacía su armario, vistiéndose con lo primero que encuentra. Sale disparada hacia fuera de su cuarto.

- ¿A dónde vas Lucia? – Su madre le observa desde el sofá.

- ¡Vuelvo al rato! – Corre a la puerta

Hasta tenerte enfrente (Human AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora