MY ONLY LIGHT || Lucemond

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Fuerza y voluntad ese era el duo que hacían Vaghar y Aemond aun cuando su cuerpo le replicaba una y otra vez que descansará Aemond no dudo en ir con Lucerys,pues su mal presentimiento seguía intacto y al no saber cuantos días habían pasado su preocupación aumento el doble,con su montura casi hecha trozos amarro a Vaghar con lo que quedo de esta emprendiendo vuelo técnicamente con el lomo de Vaghar al desnudo.

Y después de un vuelo muy difícil y de varias horas velamonte se dejó ver a la lejanía y al llegar tanto Aemond como Vaghar estaban al borde del colapso por el vuelo agotador ,Vaghar se dejó tumbar completamente en el césped qué tanto le gustaba mientras Aemond se permitía un segundo para retomar el aliento bajando de su lomo y caminando hacia el castillo en búsqueda de su sobrino.

-Luke!...Luke!!...¿Dónde estas lucerys?

Llamo varias veces el nombre del omega sin embargo no recibió ninguna señal en respuesta como pudo subió hasta la habitación principal y abrió la puerta con desesperación para quedar impactado con la fuerte ola de feromonas que entró a su sistema quedándose en su lugar mientras evitaba que su alfa se volviera loco.

Después de respirar y tranquilizarse busco con la mirada a Lucerys encontrandolo postrado inconsiente en el suelo,Aemond se acercó con intensiones de ayudarlo pero el olor de las feromonas qué lo llamaban hizo que su alfa saliera sin su consentimiento llendo directo a querer clavarse en el cuello del omega que en ese momento estaba ya listo para ser anudado,y antes de cometer tremendo error Aemond volvió a doblegar a su alfa saliendo el a la luz y soltando a Lucerys pues ya estaba ensima de el con el cuello del omega al descubierto y con la poca razón que podía mantener lo cargo en brazos acostandolo toscamente en la cama y observando como este aun no reaccionaba sin embargo eso no evitaba la fuerte fiebre que tenía,y se culpaba por no a ver estado en su proceso de maduración el cual debió ser doloroso para el omega.

Aun con las manos temblorosas Aemond arropo a Lucerys y antes de cometer alguna otra locura salio tomando aire e intentando calmarse,todo su cuerpo temblaba al reaccionar a esas feromonas qué si de otro omega se tratase le daría igual pero al ser su hermoso sol no podía evitar disfrutarlas con amor y entusiasmo,después de tomar aire fresco Aemond se puso en marcha,bajo nuevamente para con Vaghar y busco entre las cosas que aún quedaban la maldita hierva de jasmin y por suerte la encontró,corriendo con ella hacia la cocina para poder prepararla como es debido,pero al encontrar el desastre en la cocina entendió todo Lucerys mismo había arrastrado su cuerpo hacia arriba y en el proceso debió lastimarse porque había un pequeño rastro de sangre qué se dirigía a las escaleras y con imaginar aquella escena su corazón se partió en mil pedazos.

-Lo siento tanto...~

Se golpeaba internamente por no a ver estado para el,y si hubiera despertado antes tal vez lucerys no hubiera sufrido tanto,se apuro a preparar la infusión y al estar lista la coloco en una taza especial para ello,pero antes de siquiera entrar tenía claro que debía proteger a Lucerys incluso de el mismo y con decisión arranco un pezo de tela y con ella amordazo su propia boca,porque si aun con toda su voluntad no podía controlar al alfa que era,al menos evitaría hacerle daño a lucerys o en este caso marcarlo en contra de su voluntad aún cuando Aemond soñaba con ello,solo lo haría si Lucerys mismo consiente de sus decisiones y sin ser afectado por el celo se lo pidiera e incluso si se lo pidiera no estaba seguro de poder hacerlo.

Al estar seguro de que al menos que cortara con un cuchillo la mordaza esta se rompería entró nuevamente a la habitación,su pequeño sol seguía inconsiente y con cuidado poso sobre sus labios la infusión dejando que este la ingiriera por completo.

Después de tomar varias respiraciones en la ventana para tomar aire fresco volvió a ello y cambio de ropa por completo a Lucerys pasando por su cuerpo un trapo húmedo para poder asearlo incluso cuando de las partes íntimas de luke se trataba Aemond volteaba la cabeza sin verlas y limpiaba donde creía que se encontraban.