Vaghar que estaba con el estómago hacia arriba, recibió con todo su ser aquel bello fuego y como pudo protegió con sus alas a su jinete incluso con su vida.....
De ser necesario
Para Daemon aquel par no tenía más relevancia quería bajar y el mismo cortar la cabeza de Aemond para dársela a su amada pero no lo creyó necesario aquella dragona abarcaba toda la pequeña extensión de arena por lo que supuso qué Aemond estaría aplastado por la misma Vaghar,sin embargo se quedo ahí hasta el último movimiento de Vaghar y aun cuando esta dejo de moverse permaneció así durante una hora.
-Por luke....maldito~
Casi al compás de los primeros rayos del sol Daemon decidió retirarse dejando a sus supuesta víctimas podrírse bajo el sol.
Sorpresa era que la poderosa Vaghar aun con su edad avanzada era lo suficientemente inteligente,cierto era que su estómago estába lastimado a más no poder pero suerte o destino fue que aquel fuego recibido ayudó a cocinar su piel expuesta, dolía como los mil infiernos era evidente, pero su espíritu de pelea no la dejó derrumbarse más al saber que no solo ella dependía si no su propio jinete quien estaba inconciente bajo su ala,2 días pasaron para que volviera a emprender vuelo en búsqueda de algo o alguien quien pudiera ayudar pero cada vez más la marea subía y Aemond seguía ahí inconsciente de si mismo,Vaghar pasaba horas rugiendo y moviendo con su osico el cuerpo de su jinete para buscar alguna respuesta pero siempre terminaba siendo ignorada,eso no le impidio protegerlo de los peligros que buscaban comer el cuerpo de Aemond tanto cuervos como cangrejos carniboros de los cuales Vaghar se encargo de aplastar y alimentarse de ellos.
Y en inplorancia ante los dioses por que no le quiten nuevamente a su jinete Aemond empezó a moverse Vaghar seguía rugiendo por el y al verlo reaccionar detuvo su hacer acercandose lo suficiente y protegiendo a su compañero del vivo sol de poniente mientras de a pequeños golpesitos con su cabeza buscaba su caricia.
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Nuevamente estaba solo en Velamonte para ese momento ya estaba acostumbrado a su rutina algunos meses habían pasado desde la primera vez que llego y un par de días de que Helaena descubriera de su existencia,Sus acompañantes peludas para ese entonces parecían su sombra donde fuera que estuviera el ,ellas estaban ahí ofreciéndole compañía.
-A pasado tiempo no creen? Y no llegado nadie...-Una semana para ser exacto había estado nuevamente sin visitas cuando normalmente Aemond o bueno ahora Helaena que había tomado su lugar por un tiempo venían a el cada tercer o segundo día a traerle provisiones.
Entonces el rugir de un dragon avisando su llegada le llamo la atención, tomo a las ratitas y las coloco en su propia habitación bajo llave no sin antes arroparlas en su propio mueble alcochonado,luego bajo por los escalones hasta llegar a la cocina donde se encontró con Aemond quien revisaba el estante de especies qué llacia ahí,en búsqueda de algo en especifico ya que se veía desesperado por aquello,tiro algunos tarros al suelo y estos se quebraron al tocar el duro piso.
