Capítulo 6

561 67 37
                                    

El cuarto de su madre se encontraba sumergido en una inmensa oscuridad, Anthony miraba la cama vacía, el lugar donde la mujer que más amaba paso los últimos días de su corta vida. Una lagrima recorrió su mejilla, siguiendo el camino hasta llegar al piso frío de madera. La extrañaría, de eso no había dudas, la pensaría y recordaría lo más que pudiera cada día de su vida.

Al fondo su nana lo miraba con tristeza, la muerte nunca era agradable, te quitaba lo que más quería y a cambio te dejaba un vacío inmenso en el corazón, llegando a llevar a los hombres más duros por un camino sin retorno de soledad y depresión, pero, un niño..., ¿Cómo podría sobre llevar eso un pequeño?

En el primer piso se escuchaban las voces de Mr. Taylor y su padre, conversando sobre lo que seguiría después, no sobre el funeral, sino sobre el futuro de la familia. En cómo ahora la crianza del joven Anthony sería más efectiva sin una mujer estorbando. ¿A quién se le puede pasar por la cabeza hablar así de la madre de un niño?

Su nana se acercó a él y acaricio su hombro con cariño, brindándole un desahogo a su pequeño corazón.

–Escúchame bien Tony, de ahora en adelante, debes de ser muy valiente, tu mamá ahora te verá desde el cielo, pero, tú debes cuidarte como ella lo hacía, nunca olvides que ella te amo, más de lo que una mujer puede llegar a amar a su hijo, ella fue capaz de muchas cosas solo por ti. Es hora de que le pagues con creces su sacrificio, ¿entiendes?

–Sí, nana.

Una nube negra se esparció por el lugar desvaneciendo la habitación, las voces de su padre y Mr. Taylor poco a poco se alejaban dejando solo un susurro como vestigio.

El tendrá que encargarse, con su madre muerta ya no tenemos obstáculos, piénsalo, él es el futuro, tu legado, y debes empezar a criarlo como tal, cueste lo que cueste.

Anthony abrió los ojos con sorpresa, se sorprendió a si mismo recostado en su escritorio, su respiración agitada impedía el flujo correcto del aire a sus pulmones, trató de tranquilizarse, se reclinó en su silla observando así la luz del sol que se colaba por las ventanas.

Había pasado toda la noche y parte de la madrugada tratando de descifrar un documento firmado por su padre que aseguraba el pago mensual de diez mil libras a "Sr. Willow", que llamó su atención al ser la primera vez en su vida que escuchaba ese nombre. Buscó entre documentos, libros y cartas antiguas aquel nombre sin resultados, quedándose dormido sin remedio por el cansancio.

Resopló cansado, convenciéndose a sí mismo que pronto lo arreglaría, como todos los pendientes que tenía.

El sonido de unos cascos acercándose lograron sacarlo de sus pensamientos, con calma se dirigió a la ventana para observar claramente el origen del sonido.

Un carruaje, que aparentaba ser caro, se acercaba a la mansión, dos caballos negros alaban de este, el chofer, un hombre bien vestido y arreglados, demasiado para un chofer. Arthur entró al despacho con lentitud, esperando encontrar un Anthony aún dormido.

–Señor Crowley...?

–¿Qué pasa Arthur?

–Oh, veo que despertó, Ms. Jones me envió a despertarlo, tiene una visita

–¿De quién se trata?

–Me parece que es Ms. Beryton, su tía

–¿Qué?

–Y viene acompañada de su hijo

–¿Cuándo avisó que vendría?

–No lo sé señor, yo solo sigo ordenes de Ms. Jones

Only of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora