Sumérgete en esta emocionante historia que te atrapará desde el primer capítulo con su intenso contenido lleno de romance, erotismo, secretos, inseguridades y mucha pasión.
Acompaña a Ethan y April en la travesía que les espera para poder estar junt...
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La escena que se desarrolló frente a mi, seguía envolviéndome en la intriga y sorpresa ¿Quién demonios era esa mujer? ¿Qué relación tenía con Ethan? ¿Y por qué no apartaba sus manos de él?
Decidí mantenerme al margen y observar como seguían los arrumacos. Luego se le unió su hermano quién durante unos minutos me pareció que sus pasos eran dubitativos, ambos se observaron detenidamente, estudiándose. Allí entendí que realmente debió pasar mucho tiempo, quizá algunos años para que se diera este momento entre ellos.
—¡Joder, mírate! ¡Eres una maldita montaña! —exclamó con impresión el chico mientras sonreía e iba hacia él con los brazos abiertos.
Ethan sonrió deslumbrante y le abrazó, palmeando su nuca.
—Te extrañé, Nick. —sus ojos centelleaban con un brillo intenso.
—Me emociona al punto de parecer un marica el hecho de que estés aquí. —expresó limpiando lo que parecía ser una lágrima. —¡Voy a casarme! ¿Puedes creerlo? —ambos se carcajearon ampliamente y sentí un agradable calorcito en mi corazón al ver a Ethan genuinamente feliz.
Minutos después Ethan recordó mi existencia no muy lejos de él y decidió presentarme.
—Les presento a April Andueza. —dijo y yo extendí mi mano hacía ambos mientras me miraban con sumo interés y evidente extrañeza. —Será mi acompañante en tu boda.
«Acompañante»
—No sabíamos que vendrías con alguien... —apuntó de prisa la rubia sin dejar de examinarme.
—Es un total placer April, soy Nicholas, pero puedes llamarme Nick, cómo podrás darte cuenta yo soy el hermano guapo y divertido de este grandulón amargado y por supuesto también soy el que va a casarse. —codeó a Ethan sonriendo y luego me rodeo en un abrazó. —¿Habías venido antes a Malibú?
—No, es la primera vez que vengo. —expuse y él sonrió amigable.
—¡Perfecto! Sé que te va a encantar. Voy a recomendarte un par de lugares que alucinaras...
Me agradó lo atento de ese chico, sin mencionar que me encantó su atuendo relajado, pantaloncillos cortos con una camisa guayabera, sandalias y un sombrero de paja. El polo opuesto de Ethan en actitud y vestimenta.
—Por cierto casi lo olvido. Ella es Hannah. —sus ojos verdes se rodaron al presentarla.
—Hannah Mitchell. —enderezó su postura al mencionar su nombre y sostuvo con fuerza mi mano.
Con cirugías desde la raíz del cabello, sus ojos grisáceos eran inquisidores, su cabello rubio platinado iba corto al nivel de sus hombros sus labios carnosos y rojos como la sangre. Era evidente que Hannah Mitchell era una mujer que en definitiva puso mucho trabajo en su apariencia, todo indicaba que estaba dispuesta a destacar entre la multitud. Incluso su actitud petulante y desafiante reflejaba su forma de ser que a primera vista parecía orgullosa y decidida.
