Había regresado a Monterrey apenas hace dos días, se había sentido como la gloria dormir en mi cama después de hacerlo cada semana en un país diferente; no me quejo, trabajo en lo que siempre soñé, pero al final del día si es ligeramente cansado y un poco triste no poder estar cerca de los míos.
Pasé la temporada de la Fórmula 1 viajando a cada gran premio, pude venir a mi ciudad en dos ocasiones que se acomodaron las fechas pero por fin volvía para quedarme más tiempo.
Después de dos días que dediqué completamente a estar con mi familia, me tocaba volver a la rutina de cuando estoy en la ciudad, anoche había estado en el canal, ahora asistir a los partidos locales y en sí a los programas que se transmiten para la televisora que trabajo.
Llegue al estadio de básquet, hoy transmitíamos desde aquí, me sentía verdaderamente cansada, cada paso que daba me pesaba, como no, si cargaba con demasiadas cosas en mis manos, más el jet lag que tenía pues había estado en Abu Dhabi.
Algunos de los chicos del equipo de escenografía me saludaron con alegría después del par de meses sin vernos, me ayudaron a llevar mis cosas hasta el vestidor, donde tome lo más esencial para irme a las gradas.
Me senté sobre las bayas que dividen la duela de las gradas, me puse a leer la pauta del programa de hoy, no sé en que momento me quedé dormida, pero mi cabeza se encontraba sobre mis rodillas cuando sentí como me movían ligeramente de los hombros, abrí los ojos pero los cerré rápidamente por las luces deslumbrantes.
Despierta dulce bella durmiente -dijo Gerardo burlonamente-
Dejé mi celular y las hojas que tenía en las manos sobre el suelo para poder estirarme, abrí los ojos adaptándome a la luz, pude ver como estaban mis compañeros de programa mirándome burlonamente.
¿A qué hora te dormiste anoche? -me pregunto Santiago-
A las 4:45 llegue a mi casa, me quede editando un material en el canal -dije mirándolo con inocencia-
Santiago negó acusándome con la mirada mientras cruzaba sus manos frente a mi para ayudarme a impulsarme, tomé sus manos para levantarme del suelo, y lo abracé, porque si algo había extrañado era a mis compañeros aunque todo el tiempo me molestarán, repetí la acción con cada uno de ellos mientras me decían lo mucho que me habían echado de menos en estos meses.
Me fui del canal a las nueve, ¿llegaste después? -pregunta André mientras me hace espacio en el escritorio para sentarme-
Llegue tipo ocho, pero me quede enseñándole a Henry los rosters del siguiente año -dije mientras me subía al escritorio sintiendo algunas miradas en mi espalda, no pude evitar voltear encontrándome con algunos cantantes mexicanos sentados en las gradas VIP, por encima de nuestra estación de trabajo-
¿Y si ubicas que tenemos como, mm QUINCE EDITORES? ¿A los que básicamente se les paga por mm EDITAR? -Pregunto Sebastián recalcando sus palabras-
Sabes que me gusta editar mi propio material -conteste socarrona-
Si, pero te vienes a quedar dormida en los pasillos, no es sano dormirse así, encima fuiste a entrenar a las siete de la mañana, estás loquita -ahora quien tomó la palabra fue Gerardo-
Y con jet lag hermano, yo me muero si hago eso -menciona Seb-
Boe ya dejen la regañada, parecen mis papás, muchas gracias por preocuparse, pero todo OK, solo quería sacar ya la edición porque se lanza el lunes y quería los teaser para la publicidad -miro a mis compañeros mientras hablo-
¿De quién es la entrevista para que le prestes tanta atención? -me pregunta André mirándome mal-
Mira justo -dije apuntándole la pantalla donde salía la publicidad de mi entrevista con el piloto mexicano Sergio Pérez, me bajé del escritorio para ver mejor a las personas sentadas atrás de mi-
