Lunes, hoy se cumplen treinta días de uno de los peores episodios de mi vida, después de ducharme y arreglarme ligeramente decido mirar por la ventana, ahí está Alex.
Bajo a la cocina encontrando mi refrigerador lleno, obra de Santiago, estos días ellos, en realidad todos mis amigos se habían encargado de mi, hoy era el primer día que me dejaban solita, los chicos tenían una junta y Natalia una ecografía.
Preparé un desayuno rápido, comí lo más que pude en compañía del ruido de la televisión, últimamente no soportaba el silencio así que siempre trataba de llenarlo con cualquier sonido.
Acomode mis cosas en la cajuela de la camioneta, estaba preparada para volver a mi agencia, necesitaba ver demasiados pendientes, volver a ser la dueña de ese lugar no solo de nombre, sino de presencia.
Cuando saqué la camioneta de la cochera vi rápidamente como Víctor se alertó, en cuanto me estacione fuera de la casa baje del auto acercándome a él.
Víctor, te suplico que ni tu ni Alex se vuelvan a parar fuera de mi casa, ni nadie, no es nada en contra de ustedes, al contrario, siempre estaré agradecida por su cuidado y compañía, pero es momento de que se vayan de mi vida -él asiente sin respingar-
Subí nuevamente a mi auto, lloro, porque extraño a Gabriel, a Clara, los espacios de la casa en Sonora, mis platicas con su equipo mientras me llevaban a algún lugar, es tan difícil soltar lo que amas.
Cuando me estaciono afuera de la agencia retocó mi maquillaje, camino por los pasillos hasta llegar a mi oficina, Fer rápidamente corre a darme la bienvenida.
Es él quien me explica que hay algunos contratos nuevos, mantenemos a Lando, se ha sumado Patricio Oward piloto de Indy Car, así como un futbolista del América llamado Kevin Alvarez, a ambos los conozco.
Mi equipo esta feliz de tenerme de vuelta, aunque realmente no se que tan bueno será esto, hago mi mejor intento de estar bien, mantenerme cuerda con cada una de las cosas que me cuentan.
Duro dos semanas poniéndome al corrriente de todos mis pendientes, me hundo en el trabajo para no pensar en nada más, trato de comer lo mejor que puedo por mi salud, pero llego todas las noches pasadas de las doce a mi casa.
Mi alimento diario es revisar las redes de Gabriel desde un perfil falso, él sigue subiendo historias sobre su nuevo álbum que está próximo a lanzarse, sus tonterías riéndose, su vida sigue como si yo jamás hubiera pasado por ahí.
He retomado las terapias con Brenda de forma virtual, hago todos los ejercicios y tareas que me pide, pero por las noches me es inevitable llorar hasta quedarme dormida.
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¿Hey que haces? -pregunta Seb entrando a mi oficina-
Estoy revisando unos contratos -le digo con las carpetas en mi mano-
De hecho quería entregarte todo de una vez, para que ya tengas lo que falta -me dice sonriendo-
Seb, por favor sigue trabajando aquí, conmigo -él asiente sin dudarlo-
Sebastián sigue trabajando en mi agencia, él pensó que en cuanto yo volviera se iría, pero le pedí su apoyo para seguir trabajando conmigo, claramente acepto porque ni él ni ninguno me deja sola en ningún momento.
