Cuando llegamos a la casa nos sorprende ver a nuestras mamás tomando café tranquilamente en la cocina.
¿Por qué salieron tan temprano? -pregunta mi mamá- que bárbaros
Tuve que preguntarle a Alex que se quedó aquí -dice Mónica- por que se salen a desayunar si aquí les damos bien de comer
Gabo y yo nos miramos cómplices, nunca habíamos querido tanto a Alex como en este momento.
Es que queríamos hablar sobre algunas cosas, planes -digo la primer mentira que se me ocurre-
Viven en la miel, pues como no a 7 días de casarse -dice mi mamá contenta-
Así es suegra, ya déjeme decirle así, ya estoy más para allá de serlo -dice Gabo y ella se ríe-
Hasta que no firmes esa acta de matrimonio no me digas así -me río porque se que se lo dice en broma-
Esta bien, casi suegra -como le encanta molestarla-
Síguele, síguele -le advierte mi mamá-
Mira, es Nuria -dice mostrándome mi teléfono recibiendo una llamada-
Vamos a contestarle -él asiente y nos vamos los dos hacia mi habitación para tener privacidad-
Nuria antes que todo te queremos contar algo -dice mi novio después de que saludamos a nuestra wedding planner-
No me asusten muchachos -dice alzando una ceja-
Tuvimos una situación fuerte, entonces decidimos posponer la boda -explico-
¿Para cuando la quieren posponer? -pregunta seria-
Aún no tenemos una fecha -dice Gabo y noto la tristeza en sus ojos-
¿Es tan fuerte para posponerlo? ¿No es algo que tenga arreglo en siete días? -pregunta Nuria mirándonos a través de la pantalla- cuatro en realidad si hablamos de estar en Cancún
Es que -suspiro, es obvio que no quiero contarle la realidad-
Jime, Gabo, estamos a siete días de la boda, todos los proveedores están confirmados, sus invitados tienen todo listo para venir a celebrar su amor, vuelos, reservaciones, Diossss -suspira frustrada- la boda está lista
Los que no estamos listos somos nosotros Nuria -dice Gabo-
¿Por qué? Me parece que se aman como pocas parejas, han hecho todo por esta boda, se han esforzado por hacerla como en sus sueños, su esmero en cada detalle, pero sobre todo la ilusión con la que se miran siempre, ¿Qué es más fuerte que eso? -pregunta viéndonos-
Algo dentro de mí me grita que no la posponga, que si Gabriel me ha jurado que quiere estar conmigo es momento de comenzar a creer en eso, en que nada nos podrá destruir, como él me lo dijo cuando nos comprometimos.
Y justamente por como nos lo dijo el padre Cristóbal, al comprometernos en matrimonio estábamos reafianzando la seriedad de nuestra relación primeramente con nosotros mismos, con Dios y con la gente que queremos.
Olvídalo Nuria, los planes siguen como hasta ahora -digo nerviosa, Gabo me mira sorprendido-
¿Estás segura Jimena? -pregunta Nuria ansiosa-
¿Estás seguro Gabo? -pregunto mirando a mi novio-
Siempre lo he estado -suspiro-
Estamos seguros -digo mirándola a través de la pantalla-
Es muy normal que los novios me digan una semana antes que quieren cancelar o posponer -dice riéndose y nos contagia-
Perdónanos Nu -sonrió con pena-
