MARATÓN 4/4
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Gabo, amor -lo muevo ligeramente-
¿Que pasa? -me pregunta tallándose los ojos-
Ya va a nacer, creo -digo asustada-
A ver tranquila amor, tranquila -dice parándose rápidamente y me da mucha risa cuando se cae casi entrando al vestidor- no te rías
Es que no hagas tonterías menso -él se ríe-
Ya tengo aquí las maletas, ahora, necesitamos cambiarte de ropa verdad? -asiento-
El se mete al vestidor por la ropa que ya le había dicho que utilizaría así que sale rápidamente con mi cambio, me ayuda a quitarme la pijama pacientemente.
¿Pero que sientes? -me pregunta despacito-
Estoy teniendo tres contracciones contracciones cada diez minutos -digo suspirando-
Me hubieras hablado para hacerte compañía -niego-
Después de hoy no dormiremos igual nunca -él se ríe-
No importa mi amor, tú nunca debes de estar solita -dice besando mi cabeza-
Te amo -digo terminando de vestirme-
Los chicos y mi mamá nos ayudan a bajar las cosas de la habitación a la cochera, todos se estaban volviendo locos, empujándose, gritando, sofocados.
¡A VERRRRR! LA QUE TENDRÁ AL BEBÉ SOY YO -les grito a todos- tranquilícense
Si, si tienes la razón, súbanse ya, vámonos -dice Gabo-
Subimos los dos a la camioneta donde Víctor maneja con tranquilidad, Gabriel acaricia mi mano tratando de brindarme calma.
Díganme si necesitas que suba la velocidad -dice Víctor-
Esta bien, vamos perfecto -digo apenas con un hilo de voz-
Nocturno igual que los papás -dice Alex y nos reímos-
¿Que hora es? -pregunta Gabo que está completamente desubicado en el tiempo-
Las dos de la mañana -responde Alex-
Gracias, Nata me había dicho que le avisara pero no son horas o si? -me río-
Si, avísale, está muy emocionado -él asiente para después marcarle-
¿Que quieres wey y eso que no estás dormido señor? -pregunta cuando responde-
Ya va a nacer nuestro bebé -le dice Gabo-
¿Ya de ya? -pregunta con voz temblorosa-
Vamos para el hospital, lo que tarde en nacer, no se la verdad -respondo yo-
Bueno iré para allá -dice rápido-
Sin oler a marihuana eh compa -dice Gabo-
No, estoy limpio pero como quiera me pondré buapo -dice y nos reímos-
Allá te vemos -le dice Gabo para después colgar-
En el camino aprovecha también para avisarle a sus papás, al resto de mi familia y a nuestra gente cercana.
Cuando llegamos rápidamente me llevan en silla de ruedas hasta la sala de obstetricia donde únicamente estamos los dos, estoy recostada sobre la camilla ya media drogada con todos los medicamentos que me han inyectado.
Nos salió un bebé madrugador -dice Vero entrando-
Si, muy y luego eligió viernes -digo riéndome-
